Devida acaba de dar a conocer el 2do estudio nacional de prevención y consumo de drogas por parte de jóvenes, luego de encuestar a 65,000 estudiantes hombres y mujeres de 1ero a 5to de secundaria de 54 ciudades con más de 30,000 habitantes de todo el país, representando a 1’632,000 alumnos.

 

Una parte de los hallazgos y datos importantes tiene que ver con el hecho que 40% de los adolescentes peruanos consumen alcohol, tabaco, drogas ilegales como marihuana, cocaína, PBC, inhalantes, o drogas medicas tranquilizantes y estimulantes.
Los ricos consumen más drogas legales que los pobres, y se consumen más en la costa; en cambio con las drogas ilegales ocurre al revés.
Siendo que el factor social es el que más influye en el consumo de drogas, no sorprende que los espacios de diversión como fiestas, discotecas y conciertos sean los principales lugares en los que se ofrecen y consumen las drogas.

 

Se habla de 743,000 jóvenes peruanos consumidores de drogas legales (600,000), ilegales (63,000) y médicas (80,000) con un inicio medio alrededor de los 13 años salvo estos últimos (estimulantes y tranquilizantes) que se inician a los 12 años. Además en los últimos dos años hay un notable crecimiento de estimulantes (3 veces) y tranquilizantes (2 veces). Es curioso que el inicio del consumo de drogas legales es primero con el alcohol y recién luego con los cigarrillos, siendo el consumo del primero 30% mayor que el segundo.

En todos los casos los amigos (del colegio y del barrio) son el principal factor que influye en el inicio el consumo de alcohol y tabaco (entre 53% y 64% respectivamente) sea por presión directa o imitación. En el caso del alcohol el ambiente familiar ejerce también gran influencia (41% de los casos)

Entre consumidores habituales la droga ilegal menos consumida es la marihuana (31%) frente a la cocaína (32%), PBC (35%) y éxtasis (43%)

Tampoco sorprende que quienes han sido objeto de ofrecimiento de drogas consuman mucho más que quienes no tienen tanto acceso (por 2 en alcohol y tabaco, por 18 en ilegales y por 5 en médicas). El 10% de estudiantes (151,000) están expuestos de modo recurrente a situaciones de riesgo por pasar mucho tiempo con amigos en fiestas, discotecas, tragamonedas, pelearse a golpes con pares, participar en pandillas, problemas con la policía, relaciones sexuales sin protección.

El 20% de escolares tiene dificultades para relacionarse con sus pares del sexo opuesto pero 40% ya tiene o tuvo enamorado (a) siendo la edad de iniciación sexual 13.5 años para varones y 14.4 años para mujeres. El 77% de mujeres se inicia sexualmente con su enamorado y 20% con sus amigos de barrio o colegio. El 14% declara que su inicio se hizo obligada.

Pese a que 78% sabe que el VIH se transmite por vía sexual solo 33% usa medios de protección en cada relación. El 37% a veces y 29% nunca.

Alumnos con rendimiento bajo son más probables consumidores de drogas que sus pares. Eso se puede deber a que la irresponsabilidad sea una característica general y se exprese no solo en el bajo rendimiento escolar sino en la vida social desenfrenada, con sus mayores riesgos y menores precauciones.

La otra parte importante del estudio es la que muestra que el bullying escolar es un factor precipitante del consumo de drogas (40% del total de escolares de secundaria o sea 680,000). Sea que se sientan ignorados (28%), excluidos (22%), discriminados (21%), físicamente agredidos (24%), sexualmente acosados (10%), estos jóvenes de ambos géneros se refugian en las drogas como respuesta a su debilidad e impotencia.

Además, hay una gran cantidad de jóvenes que se inician en el consumo de drogas a solas, que corresponden a inhalantes (32%), PBC (24%), Cocaína (18%) y Marihuana (11%). Es decir, si la marihuana es una droga de consumo esencialmente social, las otras son drogas de consumo individual, de jóvenes que se encierran en si mismos por desesperación o falta de grupo social.

El 40% de los estudiantes (640,000) demandan orientación en el tema de drogas. Inclusive 12% (190,000) demanda algún tratamiento u orientación especializada por drogas legales y 2% (35,000) por drogas ilegales y otro 2% por uso de estimulantes y tranquilizantes

En suma, las claves para la prevención del consumo de drogas en adolescentes son dos: reconocer la importancia de que los jóvenes posean habilidades sociales bien cultivadas y la importancia de que la escuela cuente con tutores especializados y psicólogos escolares que sean capaces de atender la salud mental de los jóvenes. Ninguna de esas estrategias tiene cabida en la mayoría de los colegios privados y públicos, que están tan ocupados en desarrollar un currículo cargado de aspectos académicos que olvidan que esos adolescentes son personas que necesitan atención.

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