Correo 17 01 2014

Los medios de comunicación difunden imágenes en las películas, novelas, publicidad, etc. y mensajes hablados por los conductores y entrevistadores que con frecuencia resaltan estereotipos de belleza que crean en los espectadores la ilusión de que existe un tipo de cuerpo ideal. Por ejemplo entrevistadores que le dicen “guapa” o “hermosa” a la mujer con pechos voluminosos visibles, con amplio escote y falda recortada, con piercing y tatuajes, tacos altos, sumamente maquillada. Muy parecido a las jóvenes que hace cola para entrar a las discotecas juveniles.

Esto les produce a las niñas desde pequeñas mucha ansiedad respecto a su propio cuerpo. Sueñan con que sea diferente. Como adolescentes, se empeñan en hacer dietas o cirugías estéticas para lograr la ansiada forma corporal. Esto refleja no solamente una baja autoestima y desvalorización del propio cuerpo, sino un vínculo con el cuerpo que se vuelve más importante que la personalidad y sus cualidades, capacidades, valores y sentimientos.

Los padres deberían estar alertas y adoptar conductas que eviten alimentar en sus hijas estos estereotipos desvalorizaciones, entre ellas: evitar compararlas con otras y apodos que aludan a la forma del cuerpo; apreciar distintos tipos de belleza no corporal; tener cuidado con el uso de estereotipos que se usan para aludir a personas o sus cuerpos; comunicarles que su rol no es contentar a otros sino estarlo consigo mismas, y hacerles sentirse queridas por lo que son y no por cómo se ven desde fuera.

PD: El cuerpo es la piel del alma, el envoltorio de la personalidad, el elemento que conecta «el afuera con el adentro». Proyecto hacia afuera el adentro, y registra en el adentro cómo lo ven desde afuera.
Si la persona tiene autoestima baja, inseguridad, ansiedad excesiva por que su cuerpo no es cómo lo son los de los referentes externos más apreciados, buscará que modificar su cuerpo. Pero eso solo encubrirá las debilidades. Más efectivo es trabajar con la autoimagen y valoración de uno mismo y aprender a aceptar que el cuerpo de uno es lo que es y que la personalidad no se modifica por modificar el cuerpo. Si mi felicidad depende de mi cuerpo, tengo problemas.
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