Revista Padres (Cosas) #195 del 16 Septiembre 2014

Una decisión cada vez más compleja
¿CUÁL ES EL COLEGIO APROPIADO PARA MI HIJO?
Por León Trahtemberg, educador, co-promotor del Colegio Áleph

A falta de criterios objetivos, unívocos y universales sobre qué es un buen colegio, muchos padres asumen como indicadores de la calidad del colegio en el que desearían matricular a sus hijos el prestigio del colegio (aunque eso no significa que a cada niño le va a ir bien), la exigencia del colegio (aunque eso no habla de los logros de los alumnos), o el porcentaje de ingresantes a las universidades (aunque eso no refleja la calidad de un colegio expresada en su clima, valores y cultura escolar). Esos indicadores no alcanzan para hablar de un colegio en el que las voces y sentimientos individuales de los alumnos cuentan, ni tampoco si aprenden a ser sociables, compasivos e innovadores.

En este artículo trataré de dar algunas pautas a los padres para evaluar con más criterios la elección del mejor colegio para su hijo o hija, siendo conscientes de que no existe “el mejor colegio” a secas. Cada colegio tiene componentes que según ciertos criterios pueden ser favorables o desfavorables y reflejar un “mix” que para unos es el óptimo y para otros no.
A lo que pueden aspirar los padres es a determinar el que sería “el mejor colegio para mi hijo, dadas sus características y nuestras expectativas”. Una vez clarificado eso, empieza el proceso de selección de opciones y elección.

Criterios iniciales:

1. Colegio solo para hombres/mujeres ó coeducación: Los partidarios de la coeducación enfatizan que “así es el mundo” (sociedades mixtas de hombres y mujeres) y deben aprender a convivir dentro de él. Los partidarios de tener separados a los hombres de las mujeres consideran que eso permite un mejor tratamiento de los temas particulares de su propio género, una mayor coincidencia en las etapas de desarrollo sexual e intelectual y menores tensiones en las relaciones entre hombres y mujeres (lo que algunos religiosos llamarían “menos tentaciones”).

2. Colegios de habla extranjera: Proponen que así preparan mejor para el mundo globalizado y garantizan la solvencia en el idioma de enseñanza. Suelen ubicase en el nivel socioeconómico medio-alto, por los costos adicionales del personal que domina el idioma extranjero. En la vereda contraria están quienes sostienen que esos colegios producen un débil arraigamiento en la identidad peruana, pobre redacción y comprensión del castellano y dificultades adicionales de aprendizaje al tener que aprender diversas asignaturas en idioma extranjero.

3. La capacidad económica de la familia: Colegio al alcance del bolsillo, siendo conscientes que los costos educativos son crecientes en el tiempo y se multiplican en función del número de hijos.

4. Las prioridades y estilos básicos del centro educativo: ¿Forman buenas personas o buenos postulantes universitarios? ¿Se enfatiza el desarrollo de la personalidad, la mente y los valores de modo integral, o fundamentalmente interesa el cultivo del intelecto y el logro de altos estándares académicos?

5. Calidad de los canales de comunicación entre profesores y alumnos o padres: ¿Hay comunicación o conflicto? ¿Cómo reacciona el colegio cuando un padre se queja de algún problema: toma represalias o es acogedor y procura encararlos? A través del estilo de comunicación, los padres perciben cuánto el colegio conoce y se preocupa por sus hijos, y cuánto les importa lo que pasa con ellos.

6. El clima institucional: ¿Se respira cordialidad, tranquilidad, confianza, o más bien rivalidad, competencia, tensión, desacato?

7. Estilo disciplinario: ¿Es una disciplina represiva y dogmática, o es una disciplina firme pero comprensiva, que reconoce que la violación de las normas no es necesariamente una falta de respeto a la autoridad, sino una sana confrontación de un niño con los límites, para poder incorporarlos paulatinamente a su autodisciplina?

8. Selectividad de alumnos: ¿Es un colegio selectivo que en nombre de la exigencia no admite o provoca el retiro de alumnos que no califican con los estándares planteados al conjunto (o los derivan a clases extras y terapias)?. Los padres deben preguntarse ¿cómo puedo saber al inscribir a los 3 años de edad a mi hijo, si en algún momento requerirá ayuda del colegio en temas académicos, sociales o emocionales? En caso de necesitarla ¿este colegio me los brindará o tendré que cambiar de colegio?.

9. Capacidad de proyectarse al futuro: ¿Incorpora la modernidad al quehacer educativo? Un colegio que no cambia y que tampoco innova ni crea, se estanca y envejece. Además no tendrá la capacidad de transmitir a los alumnos la exigencia de revisar permanentemente todo lo que se hace para actualizarse y mejorar.

10. Actualización de docentes: ¿Existe una rutinaria actualización y rotación razonable de profesores? Esto se refleja en la asistencia frecuente de los profesores a cursos de actualización, viajes de capacitación, visita de expertos, etc.

11. La dimensión psicológica: ¿Se preocupa el colegio por la estabilidad emocional de los alumnos, su equilibrio psicológico, su capacidad de tolerar frustraciones, que posean una autoestima fuerte, que tengan confianza en sí mismos, capacidad de socializar fluidamente y enfrentar con seguridad lo desconocido? ¿O es un colegio que deja todo eso a cargo de los padres y terapeutas privados?

12. Los valores y la dimensión espiritual: ¿Hacen en el colegio el esfuerzo por enseñarle a los alumnos a rendir cuentas a sus conciencias (o a Dios), de tal manera que los impulse a tener actitudes éticas en sus vidas? ¿Es el colegio capaz de entender que cada persona tiene una misión en la vida que va más allá de su existencia física, y ayuda a los alumnos a encontrarla y a bregar por sus ideales y convicciones?

13. La comunidad de padres: ¿Cómo es la intervención de los padres en el colegio? ¿Son presencias puntuales o están presentes a lo largo del año como parte activa y colaborativa de la comunidad educativa? ¿Se acerca o aleja a los padres?

14. Aquellos padres que son promotores de un colegio o trabajan en un colegio como profesores o autoridades y tienen la opción de matricular a sus hijos en el mismo colegio, deben hacer el análisis costo – beneficio (usualmente un ahorro en pensiones, tiempos y traslados), no solo desde la mirada de ellos sino de sus hijos. Ocurre que algunos hijos pueden sentirse muy cómodos con la presencia de sus padres, pero hay otros que pueden sentir que la presencia continua de uno de los padres en el colegio invade su privacidad escolar, y puede interferir en la comunicación libre en casa sobre las cosas propias de la vida escolar, si es que no se distingue bien el rol de padre/madre y autoridad escolar. Así mismo, pueden aparecer dudas respecto a la equidad con la que es o será tratado el alumno por parte de profesores y compañeros que saben que es hijo de… y no un alumno o alumna igual a todos los otros.

La Elección

Clarificados los conceptos anteriores y elegidos los colegios más aparentes, viene la etapa de confirmar esa elección. Para ello resulta provechoso tratar de sentir el clima institucional y la cultura escolar del colegio elegido. Una buena manera de hacerlo es pasearse un tiempo por el colegio, entrar a clases para ver si es un lugar de disfrute para los niños, si trabajan juntos y si hay una relación cálida e interactiva con sus profesores.

Los padres podrían hacerse algunas preguntas en relación a esa visita: ¿Soy bienvenido para entrar al colegio y tomarme un tiempo para observar cómo interactúan los alumnos y si alumnos y profesores te toman en cuenta para saludarte y hacerte sentir cómodo?; ¿Cómo es la organización de la clase?; ¿Se desarrolla centrada en el profesor o en el alumno?; ¿Los profesores escuchan a los alumnos, interactúan y conversan con ellos dentro y fuera de clase?

Finalmente es fundamental entender que la elección de un colegio debe corresponder a una decisión de la pareja de padres, tanto para el caso de que su hijo sea aceptado en el colegio elegido como primera prioridad, como especialmente en el caso que tengan que resignarse a elegir alguno que no era el inicialmente preferido. Si un padre o una madre no está de acuerdo con la decisión de su pareja, aunque se resigne a ella, la saboteará cada vez que haya algún problema. Este sabotaje puede expresarse en no-cooperar, culpar a la pareja por el colegio elegido cada vez que el hijo tenga problemas, hablar mal del director o de algunos profesores, etc. Todo ello perjudicará al hijo que asiste al colegio.

¡Buena suerte en la elección!

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¿Cuál es el mejor colegio para que su hijo comience a estudiar? El Tiempo, Bogotá, 4 12 2016 Religioso, bilingüe, costoso o cercano a la casa. Deben tenerse en cuenta el talento de los niños.

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Más de 100 años resistiendo la escuela tradicional. El Tiempo, 26 04 2018 Óscar Sánchez Muy descriptivo e ilustrativo. Habla de Colombia pero en América Latina todos nos parecemos tanto…Lo que es increíble, es que en Colombia el Ministerio de Educación y algunos sectores del magisterio sigan yendo en contravía, proponiendo parámetros y horarios milimétricos, infraestructura medida en número de aulas convencionales, énfasis en competencias básicas y evaluaciones estandarizadas limitadas en su contenido o métodos represivos como la reprobación de cursos a quien no obtenga logros establecidos en un plan de estudios rígido. Y que ejemplos de iniciativas docentes maravillosas para llevar esta nueva pedagogía al sistema público que florecen en muchas escuelas, o políticas ampliamente reconocidas por haberlo hecho, sigan teniendo audiencias limitadas.

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Religioso, bilingüe, costoso o cercano a la casa. Deben tenerse en cuenta el talento de los niños.
Si lo traducimos a consejos de Hawking para escolares ¿tendríamos los colegios de hoy?
1. No trabajes demasiado duro en las asignaturas
2. No pierdas oportunidades por tratar de parecer interesante
3. Mantén las cosas simples
4. Diviértete
5. Busca algo esperanzador, incluso si te enfermas gravemente
La universidad es un gran paso para cualquier estudiante, en ella comienzan los estudios de lo que se supone que es su verdadera pasión. Es también una instancia para conocer gente con los mismos intereses, personas que podrían transformarse en los amigos de toda una vida. La educación que ahí se recibe entrega las herramientas para desempeñarse en el mundo laboral y poder comenzar a ganar dinero para establecerse de forma independiente. Todo esto es comúnmente aceptado y remarcado por padres, profesores y ex alumnos, pero en un artículo el genio físico Stephen Hawking da sus propios consejos, 5 cosas importantes para la vida que la universidad no te enseñará y que son fundamentales para lograr la plenitud:
1. No trabajes demasiado duro en las asignaturas
Si lo que estudias en verdad es tu pasión, deberías poder verlo y trabajar en ello en cualquier ámbito de tu vida; lo encuentras en la calle, en el supermercado, en eventos sociales; sabes reconocerlo y aprendes constantemente. Eso le sucedía a Hawking, él sólo dedicaba una hora diaria a sus estudios en Oxford, el resto del tiempo vivía su vida y reflexionaba sobre lo que le iba apareciendo en el camino, una técnica que lo convirtió en quién es hoy en día.
2. No pierdas oportunidades por tratar de parecer interesante
Cuando llegamos al nuevo mundo universitario sentimos una inseguridad muy grande, queremos impresionar y hacer nuevos amigos, y a veces nos desviamos de lo que nos hizo entrar ahí en primer lugar. El científico explica que no hay que confundir las prioridades; las fiestas y la vida social pueden hacernos creer que eso es lo único importante y rebajar nuestro aprendizaje.
3. Mantén las cosas simples
Lo más simple es lo importante. Hawking recomienda tratar de pensar en términos de imágenes y asociar las palabras con analogías y diagramas. Dice también que la mejor explicación es aquella que es simple y fácil de entender por cualquier persona. Eso mismo ha aplicado él en sus libros y por lo mismo son tan populares.
4. Diviértete
Divertirse es algo que no hay que dejar de lado ni mirar en menos. La vida hay que aprovecharla y la universidad es un gran espacio para pasarlo bien.
5. Busca algo esperanzador, incluso si te enfermas gravemente
Stephen Hawking es el ejemplo mismo de esta frase. Él ha tenido que vivir postrado en una silla de ruedas durante décadas y aún así su pasión lo ha mantenido activo. Aprovecha su tiempo, hace clases, va a reuniones, escribe libros, reflexiona, nadie puede decir que se rindió luego de haber llegado al estado que todos conocemos.

Siete errores que cometemos a la hora de escoger el colegio de los niños Creemos que nuestros hijos tienen que ir a un buen centro, el mejor dentro de nuestras posibilidades, pero ¿cómo realizamos esta selección? «Gamo, invitaba no solo a los padres , sino también a los docentes, a ser desobedientes cuando la ocasión lo merezca, como son las pruebas de evaluación externas. Si queremos que nuestros hijos sean críticos, debemos serlo nosotros mismos, obedecer y ser sumiso puede sonar políticamente correcto, pero así no es como se generan cambios en la sociedad. Una sociedad que, por otro lado, se está transformando mucho más deprisa de lo que lo están haciendo muchos centros educativos»

Eligiendo con pinzas: selectividad en el ingreso a los colegios privados en Chile El reportaje mostró que niños pequeños son expuestos a “asuntos de adultos”, similares a las entrevistas de trabajo, o exámenes de ingreso a la educación superior. «Los aspectos en que las familias se fijan al elegir colegio son multifactoriales, muchas veces más relacionados a comunidades socioculturales de pertenencia que a proyectos pedagógicos particulares. El resultado es una ‘complicidad mutua’ entre colegios y familias, reñido con un principio elemental de justicia educativa, al configurar las trayectorias educativas de los niños en base a aspectos arbitrarios y extremadamente tempranos de sus vidas, indagados y detectados con “pinzas” en los procesos de selección por parte de los colegios.»