El Tiempo, Piura, 27 12 2014

Desde que los fondos universitarios en EE.UU. se han concentrado en las investigaciones y publicaciones que las difunden, los expertos académicos se han concentrado en ellas dejando de lado su rol docente. Eso ha ido de la mano con la tendencia a reducir la planilla de profesores estables y aumentar los contratados (75% del total) así como el uso de cursos online gratuitos o a costos comparativos ínfimos frente a los cursos “cara a cara”. Se asume que la docencia universitaria se puede resolver sin profesores de planta.

William Deresiewicz explica bien todo esto su libro Excellent Sheep (cap 9). Pensar es una habilidad que no se adquiere por leer libros, ver videos o websites. Se aprende del contacto directo con otra persona, interactuando, preguntando y repreguntando. Los profesores modelan una manera de pensar, de confrontar aseveraciones, inducir a los estudiantes a formular sus hipótesis y clarificar sus propias respuestas; animan a participar a los tímidos y temerosos, empujan a los que lo necesitan.

Lo que quieren los estudiantes es que los profesores los desafíen, pero a su vez que los acompañen y asesoren, detectando las preguntas que están detrás de las preguntas.

El aprendizaje es una experiencia emocional, y el asesoramiento implica un intercambio intelectual íntimo. El silabo del profesor es el profesor mismo.

Con los publicitados MOOCS online (massive open online courses) el contacto de los profesores con alumnos es distante y escaso, así como los son los desafíos a la altura de sus propias inquietudes individuales. Los MOOCS son sustancialmente textos escolares más sexys. Apelan al aprendizaje pasivo, escasa concentración, desplazan la lectura por la observación y el espectáculo docente.

Pero los MOOCs no democratizan la educación; refuerzan las jerarquías ya existentes. Los estudiantes pudientes reciben la enseñanza cara a cara con todas las ventajas del internado, asistencia a clases, intercambios informales con otros pares y profesores, actividades extracurriculares, acceso a laboratorios, opciones para enamorarse de pares con similares antecedentes. Los pobres la reciben online, con todas las desventajas, limitaciones y un buen tiempo aún hasta que reconozcan los créditos aprobados. A la fecha, apenas 4% de quienes se inscriben en MOOCs realmente los completan, lo que evidencia la dificultad de aprender por esa vía.