SI, PERO…, o en cambio, SI, Y ADEMÁS… (León Trahtemberg)
Cuando se ensaya la improvisación en el teatro, se trabaja con el esquema de “sí, y además…” bajo la intención de construir a partir de lo que el anterior plantea. Con demasiada frecuencia entre los educadores que plantean una propuesta a sus colegas o a los directores la respuesta que reciben es “si, pero…” poniendo énfasis en el reparo que frena y desalienta más que en la construcción continua y mejorada una idea de partida. Lo mismo ocurre cuando un alumno interviene en clase con una idea propia y que es frenada por el profesor que aspira a que el alumno esté alineado con lo que el profesor considera apropiado.
Quizá si cambiáramos el “Si, pero..” por el “Sí y además…” no solo mejoraría el nivel de comunicación en clases, sino también el clima y voluntad de aprendizaje por parte de los alumnos, o las iniciativas innovadoras por parte de los profesores.