El Tiempo, Piura 25 12 2015 Los Andes Puno 27 12 2015

Los énfasis en las decisiones del sector educación de los sucesivos gobiernos en los últimos 25 años han estado fuera del aula. Fujimori y la construcción de colegios, Toledo y la duplicación del sueldo mínimo de los profesores, García con el DCN, la CPM y las evaluaciones de alumnos, Humala con la Ley del Magisterio, evaluaciones de docentes, directores, y fórmulas público privadas para mejorar la infraestructura educativa. Hay una doble presunción implícita: 1) si pongo orden en lo que rodea al aula y creo condiciones favorables, mejorará el aprendizaje de los alumnos. 2) Los cambios curriculares, capacitaciones, acompañamientos ocasionales así como los documentos orientadores a profesores mejorarán la pedagogía del aula.

Estas presunciones han evidenciado estar equivocadas según los bajísimos niveles de aprendizaje logrado por los alumnos. No ha habido realmente una renovación pedagógica en las aulas escolares peruanas públicas y privadas, salvo algunas excepciones que no alcanzan para hablar de una nueva pedagogía. Tampoco ha habido una renovación del cuerpo magisterial porque los egresados más jóvenes de las facultades de educación e ISP no tienen opciones para incorporarse al magisterio estatal nombrado por la forma de ponderar los méritos de quienes pueden ingresar a la carrera magisterial. Siendo la edad promedio del magisterio público unos 45 años, tienen para 20 años más de trabajo docente con la misma formación inicial y en servicio que hasta la fecha no produce resultados muy satisfactorios.

Por lo tanto, tomar acciones que realmente disparen hacia adelante la educación peruana supone un shock pedagógico que combine un replanteamiento de quiénes pueden ser docentes, rediseño del sistema curricular y sobre todo una nueva pedagogía acorde con los hallazgos más recientes de la neurociencia, pedagogía y psicología que están ausentes de la mayor parte de las aulas peruanas hace décadas. Esto requiere de los gobernantes y decisores no solo tener una visión moderna de lo que es una educación de calidad acorde con los tiempos sino también el coraje para ir a fondo con una reforma docente y pedagógica.

Lamentablemente en ese ámbito los sucesivos gobiernos peruanos han evidenciado una enorme cobardía para innovar, prefiriendo dejar sobrevivir una pedagogía que ya languidece.

¿Algún gobernante regional o nacional se animará a hacer este shock pedagógico?

En FB https://www.facebook.com/leon.trahtemberg/posts/731731393594065?pnref=story

Afines:

León Trahtemberg en Ampliación del Domingo de RPP del 28 12 2015 hablando de las disrupciones que requiere la educación peruana para dar saltos significativos en la calidad de la educación que ocurre dentro de la escuela y particularmente dentro del aula https://www.youtube.com/watch?v=D_Kq5Cuqh4I&feature=youtu.be

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Los 20 retos de la educación del siglo XXI: La creatividad y la inteligencia emocional son dos ámbitos que debe desarrollar la escuela del futuro (ABC.ES EDUCACIÓN M. J. PÉREZ-BARCO 11/12/2013)

Educación y fe; por Richard WebbDirector del Instituto del Perú de la USMP El Comercio 10 01 2016 Entre las grandes religiones del mundo, la educación se lleva, sin duda, el premio a la fe más ferviente y más universal.

Si despierta pasión, triunfó la educación (León Trahtemberg)

Artículo afin: Pedagogía sexy: recuperemos el placer como el eje de la educación (María Acaso) Desgraciadamente no me equivoco cuando afirmo que el aburrimiento es una de las experiencias que más intensamente he vivido en mi vida como estudiante. Y lo que es infinitamente peor, una de las experiencias que más intensamente he hecho vivir a mis estudiantes en mi vida como docente. Un aburrimiento denso, físico, tupido, de esos que se pueden cortar con un cuchillo; un aburrimiento embotador, narcótico, analgésico que te robaba poco a poco las ganas de aprender. Las experiencias de la escuela, de la universidad, de esa conferencia con un tema maravilloso pero en la que era imposible mantener la atención, están infectadas por el virus del desinterés, de la repetición y del tedio (Continua).