El Medio Oriente en el 2016 va borrando las fronteras y estados del Acuerdo Sykes Picot de 1916 (03 01 2016)
Por León Trahtemberg, aficionado al tema de Israel y el Medio Oriente. (No pretendo competir con ningún experto que dedica su vida al tema, sino ofrecer una síntesis que me parece que tiene sentido de lo que dicen los expertos cuyas posiciones me parecen más comprensibles)

Al convertirse EE.UU. en autosuficiente en petróleo crudo y gas natural y además exportador de crudo liviano por primera vez desde la prohibición de 1975 gracias a la revolución del petróleo de esquisto, ha superado a Arabia Saudita como el mayor productor mundial de petróleo crudo y gas natural, con lo que concluye la era dorada de la economía de los países árabes petroleros, que se verán crecientemente confrontados por los choques internos étnicos, sociales y terroristas, debilitando además su capacidad de financiar el terror externo. Agreguemos a eso el flujo del petróleo iraní hacia el mundo una vez que se ponga en marcha el acuerdo con Estados Unidos y Europa.

Esto pondrá en serias dificultades a Egipto (que estabiliza su economía con la ayuda saudita), Qatar (que hace esfuerzos por promover la industria del turismo), la Autoridad Palestina (que vive de donaciones) e incluso Rusia, que genera ingentes ingresos con la exportación de petróleo y gas, lo que puede animarlo a provocar conflictos en Europa. En un mundo que independiza su economía de las materias primas y valora cada vez más la revolución de la información, la innovación, los inventos, la fortaleza creativa de los ciudadanos, Israel tiene enormes oportunidades de dar saltos hacia adelante. No es casual la creciente cercanía de países como India, Japón, China y Corea del Sur, y en secreto aún, no pocos países árabes.

Las consecuencias para el mundo árabe es el retorno a una situación territorial previa al acuerdo de Sykes Picot de 1916 y un autodeclarado Estado Islámico como reinvindicante del dominio sobre todos esos territorios que por lo pronto ya ha conducido a la segmentación de Siria, el colapso de Iraq, la conversión de Libia en trampolín para la llegada de yihadistas a Europa, el colapso del Yemen en manos de Arabia Saudita y una Europa dando giros inesperados ante la invasión de millones de refugiados. Líbano, Jordania, Arabia Saudita y Turquía están siendo arrastradas al centro de esta tormenta sin quererlo y el año 2016 puede ser muy crítico para ellos.

Ya no les servirá a los países árabes usar a Israel o el conflicto palestino israelí para distraer a su población de los complejos conflictos étnicos y religiosos internos. El conflicto palestino israelí existe, pero es minúsculo comparado con el legendario enfrentamiento Sunita-Shiita de 1300 años, la inmensa batalla del Islam radical y la infiltración de las potencias mundiales en el Medio Oriente.

El Medio Oriente se ha divido en dos campos de confrontación étnicos: los shiitas,que incluyen a Iran, el gobierno de Bagdad y de Damasco, Hezbollah en Líbano y algunos de los Kurdos. El campo Suni incluye a Erdogan de Turquía, Arabia Saudita, la mayoría de los estados del Golfo, Al-Qaeda (al-Nusra Front en Siria), los rebeldes yihadistas, algunos de los Kurdos y a la distancia, el Estado Islamico. Occidente se ha alineado con el eje sunita en cambio Rusia lo ha hecho con los shiitas.

A eso hay que agregar algunas sub-guerras, de turcos contra nacionalistas kurdos del PPK; rusos contra los yihadistas sunitas que jaquean a Assad; los shiitas del ejército iraquí contra los sunitas iraquíes; todo lo cual deja tranquilo por ahora a Irán en la medida que los sunitas están ocupados en Siria e Irak. Cuando Arabia Saudita o Turquía se preguntan quién es un peor enemigo, los shiitas o el Estado Islámico, lógicamente apuntan a los shiitas y la vecina Irán, por lo que ninguno tiene interés en confrontarse con el ISIS. Assad por su parte necesita al ISIS porque lo legitima frente a Occidente y ISIS necesita a Assad porque eso obliga a los sunitas a apoyar al ISIS. Con el flujo de 150 billones de dólares que liberará Irán con su acuerdo con Occidente, se incrementará el movimiento armamentístico que avivará todos estos conflictos.

Al lado de todo esto el Estado Islámico se ha convertido en un imán para miles de voluntarios que vienen de todas partes del mundo a la vez que miles de radicales islámicos invade Europa desde el Medio Oriente. Por su parte tres millones de refugiados árabes inmigraron a Europa en el 2015 y otros cinco millones se esperan para el 2016.

En suma, parafraseando al columnista israelí Guy Bechor, hay cuatro procesos en marcha en el Medio Oriente a fines del 2015 que dan el marco para lo que se viene en el 2016:

Destrucción creciente de los países árabes: Siria, Iraq, Temen Libia, están siendo destruidos y no reaparecerán más. Y los que aún no se han destruido lo serán en el futuro próximo: Líbano (con creciente presencia del ISIS en sus fronteras con Siria), Egipto (que está perdiendo el control del Sinai por la presencia del ISIS) y Arabia Saudita (que podría implosionar por los conflictos internos y la escasez de dinero para enfrentarlos)

Eliminación de las fronteras internacionales entre países árabes: ISIS, movimientos similares y los shiitas en Siria, Líbano, Iraq, Turquía y los kurdos han ido borrando de facto las fronteras entre Siria, Iraq, Turquía, Irán, precisamente 100 años después de los acuerdos de Sykes Picot de 1916 que delinearon esas fronteras, en una época en la que no existían estos estados y que ahora ISIS reclama como el territorio para su Califato

Nueva Europa, poblada por millones de inmigrantes árabes musulmanes repartidos en todos los países, especialmente los más poderosos.

Emigración a Israel de medio millón de judíos que vendrán de Europa. Fueron 26,500 en el 2014, 30,000 en el 2015, y se esperan 50,000 en el 2016, y luego seguirá creciendo porque es un país percibido como un buen lugar para vivir (comparado con la creciente hostilidad de Europa)

Fortalecimiento de Israel, por una combinación de autosuficiencia energética, disminución del peso en la política internacional del conflicto con los palestinos y reducción del financiamiento al boicot y terrorismo palestino, necesidad de los países árabes de Israel como aliado implícito, y creciente peso de Israel en la economía de la innovación y sus negocios internacionales con los países asiáticos.

En el plano interno de Israel siguiendo principalmente a Ehud Yaari, principal analista del tema en Israel, los desarrollos esperados en los tres frentes son:

En el frente palestino: Los ataques de individuos palestinos en Israel sin un comando que los instruya a diferencia de las dos intifadas anteriores, más que representar una tercera intifada que los habitantes de los territorios palestinos no quieren por las pésimas experiencias anteriores, representan acciones de jóvenes fanatizados de los campos de refugiados palestinos, sobre los cuales la Autoridad Nacional Palestina no tiene ningún tipo de control. Requerirán un esforzado trabajo de la policía y población israelí, pero no parecen ser la punta de lanza de un movimiento mayor.

En el frente egipcio: Dado que Egipto ha bloqueado los tunes de contrabando entre Gaza y Egipto, el ala militar de Hamas busca la cooperación con el ISIS que podría incrementar el tráfico de armas desde Irán y Libia a Gaza -cobrándose su tajada- lo que presenta una importante amenaza para Israel, Egipto –que ve a Hamas como una amenaza terrorista- y para la ruta comercial del Canal Suez y el Golfo de Aqaba, tanto aérea como marítima. Los beduinos fanáticos del ISIS en el Sinai ya fueron capaces de derribar un avión civil ruso matando 224 personas, debilitando los logros contraterroristas egipcios y ganando terreno entre los palestinos.

En el frente sirio: Israel ha logrado establecer un vínculo con los rebeldes sirios que ha impedido al ISIS acercarse a la frontera de Israel, siendo en lo inmediato más importante la caída de Assad que el ISIS, manteniendo una relación amistosa entre Israel y Jordania y la población siria del el sur de Damasco en toda la ruta a la montaña drusa que es muy relevante así los americanos y rusos logren un acuerdo sobre Siria. Hay tantas facciones tribales en la zona que se mantendrá la fragmentación haciendo imposible la unificación.
Sin embargo, la caída de Bashar al Assad (a la que Rusia podría acceder a cambio de seguridades para sus intereses manteniendo un eje con Irán, Iraq y Siria) podría crear un contexto para que los sirios se enfrente al Estado Islámico con el que actualmente los rebeldes sirios sunitas anti-Assad se identifican.

Anexo: Buen resumen del acuerdo Sykes Picot de 1916 en Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Acuerdos_Sykes-Picot

El acuerdo Sykes-Picot fue un pacto secreto entre Gran Bretaña y Francia finalizado en mayo del 2016, con el consentimiento de Rusia, para el desmembramiento del Imperio Otomano -durante la Primera Guerra Mundial- y condujo a la creación de los dominios franceses e ingleses sobre Siria, Irak, Líbano y Palestina, hasta entonces en manos turcas. Toma su nombre de los negociadores, Sir Mark Sykes por Gran Bretaña y Georges Picot de Francia.

Francia recibiría la Siria de hoy y su zona costera que se convertiría en el Líbano actual. Ejercería un ámbito de influencia hacia el Este, hasta Mosul. Los británicos obtuvieron Basora y Bagdad y un ámbito de influencia hacia el Este, hasta Persia (el futuro Irán.) Palestina quedó indefinida, pero finalmente fue otorgada bajo un mandato de la Sociedad de Naciones a Gran Bretaña.

En el momento de las negociaciones de Sykes-Picot, los británicos negociaban también con el Sherife de La Meca Husein ibn Ali su apoyo para una revuelta contra los otomanos, de la que debería surgir un Estado árabe unificado en todos los territorios arrebatados a los turcos, desde Siria hasta el Yemen. Esas negociaciones derivaron luego en la colocación de la dinastía de los hachemíes en varios tronos de la zona y la creación del nuevo reino de Transjordania. Igualmente los británicos alentaron las reivindicaciones de los judíos sionistas al señalar que veían con buenos ojos el establecimiento de un futuro estado judío en Palestina, mediante la llamada Declaración Balfour.

La Conferencia de Paz de París (1919) le dio a Gran Bretaña no solamente el mandato sobre Palestina, sino también Mosul, a la que agregó Basora y Bagdad para crear el reino de Irak. Recortó a Siria ( ocupada por Francia) un territorio, que añadió a Iraq, y la Alta Galilea para poder transportar mediante oleoducto el petróleo de Mosul a Haifa. Compensó a la familia Hussein por ser expulsados de Siria, separando Transjordania de Palestina, que otorgó al segundo hijo de Hussein, Abdallah como monarca. Iraq se lo otorgó a Faysal como monarca, pero siempre manteniendo un mandato o un protectorado sobre los territorios.
Una preocupación más para los británicos, que tenían muchas colonias pobladas por musulmanes, era eliminar el poder del califa turco sobre el panislamismo. Esta es una de las razones por las qué apoyaron al jerife Husayn ibn Ali en la Meca y dejaron neutral a Abdul Aziz ibn Saud en el centro de Arabia, para que sirvieran de contrapeso a cualquier movimiento pan-islámico. Se movieron para reducir la influencia individual del califa a través del Oriente Próximo fomentando el nacionalismo secular árabe y creando, cuando fue posible, nuevos pequeños estados, en una forma compatible con la política exterior del Imperio británico.

04 01 2016 RUPTURA SAUDITA CON IRAN SE VENÍA COCINANDO HACE TIEMPO Y FINALMENTE ESTALLÓ (Tal como se desprende del balance del año 2015 que posteé el 3/1/2016: “El Medio Oriente en el 2016 va borrando las fronteras y estados del Acuerdo Sykes Picot de 1916“-León Trahtemberg)

Arabia Saudita sabía cómo reaccionaría Irán al ejecutar al religioso chií Nimr Baqir al Nimr y otros 46 sunitas de Al Qaeda e ISIS en Arabia Saudita acusados de terrorismo contra la monarquía y aún así lo hizo, quizá con la intención de definir lealtades en la región tanto del interior del país como de los otros estados sunitas y las grandes potencias (Estados Unidos y Rusia), en vísperas de la inundación del mercado petrolero mundial con petróleo adicional iraní –permitido por el levantamiento de sanciones de EE.UU. y Europa a Irán- debilitando aún más la golpeada economía de Arabia Saudita -primer exportador mundial de petróleo- por la caída del precio del petróleo. Recordemos que Arabia Saudita e Irán respaldan a bandos opuestos en las guerras de la región, Siria (apoya a rebeldes sunitas) y Yemen (Irán apoya a los rebeldes hutíes shiitas).

By the way: Arabia Saudita e Israel enfrentan similares enemigos: Irán (e Hizbalah del lado shiita) e ISIS y Al Qaeda (del lado sunita). Netanyahu acaba de declararlo además explícitamente y curiosamente el turco Erdogan también se está re-acercando a su antiguo aliado Israel, perfilándose un eje Turquía, Israel , Egipto y Arabia Saudita (sunitas) y el eje opositor Iran, Iraq, Siria y Hizbala (shiitas).
Como Irán no puede atreverse por ahora a un mayor ataque a Arabia Saudita (se quedaría solo, sin gran apoyo de Estados Unidos ni Rusia), puede en cambio frustrar la alianza opositora calentando la frontera de Hizbalah con Israel, que posiblemente reaccionaría contra el Líbano en caso de un ataque importante de Hizbalah (que proclamaría la venganza por la muerte de Samir Quntar).

¿Cuánto tiempo pasará para que sus acercamientos secretos se hagan explícitos?

PD: Más del 80% de los ingresos estatales de Arabia Saudita provienen del petróleo que ha caído más de 60% desde mediados de 2014. El déficit presupuestal del año pasado, según el ministerio de Finanzas en Riad, es de casi 90.000 millones de euros. Las reservas sauditas podrían agotarse en cinco años si las cosas continúan como hasta ahora, advierte el FMI. Cerca de 10% de los sauditas trabajan como funcionarios públicos con salarios altos y el régimen tranquiliza a los ciudadanos mediante grandes subvenciones al consumo de agua, energía eléctrica y combustibles. Sin embargo los precios de algunas gasolinas recientemente fueron aumentados en más del 50% y se habla de establecer un impuesto al valor agregado. Las medidas de ahorro podrían afectar a la construcción de otras grandes obras. La salida de los países petroleros de la OPEP de reducir producción y elevar el precio del petróleo se ve dificultada por la disminución de la dependencia de Occidente a su petróleo y el surgimiento de nuevos productores.

Luego de que fueran levantadas las sanciones en su contra, Irán reclama para sí su antigua posición de poder dentro de la OPEP. Antes de dichas sanciones, la producción petrolera iraní era de hasta cuatro millones de barriles diarios. Hoy, alcanzar un nivel de 800.000 barriles ya representaría un incremento notable. Pero cada barril que se aumente en la producción seguirá poniendo mayor presión a los precios petroleros, si otros productores no adoptan la misma medida. Y en la OPEP, el peso pesado es Arabia Saudita.

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