Regiones 06 03 2016

Indicadores del Banco Mundial del gasto público en educación como % del PIB muestran datos de países que se considera que andan bien en su educación como Corea del Sur (4.6%), Alemania (4.8%), Canadá (5.3%), EE.UU. (5.2%), Japón (3.8%), Australia (4.9%), Irlanda (5.9%), Finlandia (6.5%), Nueva Zelandia (7.5%), Reino Unido (5.8%), Singapur (2.9%), y otros cuya educación anda bastante mal como Bolivia (6.4%), Costa Rica (6.9%), Brasil (6.3%).

Datos como esos obligan a preguntarse: 1) Si invertir el 6% del PBI para educación es realmente lo usual en los países que andan bien. 2) Si invertir 6% o más garantiza una buena educación, como evidentemente no ocurre en América Latina. 3) Si lo que se requiere es asegurar un costo/inversión por alumno para ofrecer educación de calidad o fijarse en números que pueden decir poco respecto a ello. 4) Si el nivel de recaudación fiscal que hace posible que esa tajada para educación sea viable o si más bien debe aspirarse a un porcentaje del presupuesto público nacional. En suma, ese inusual y casi imposible 6% del PBI para educación ¿es el mejor indicador viable? ¿En qué deben invertirse los recursos para producir resultados educativos satisfactorios?

Suponiendo que hay presupuesto para infraestructura, libros, mobiliario, tecnología, sueldos docentes, a igualdad de presupuestos, ¿hay diferencia entre la educación ofrecida a los alumnos en Finlandia, Irán, Cuba, Venezuela, Australia, Arabia Saudita, Brasil, Corea del Norte, Canadá, Argentina o Singapur? ¿Adónde y cómo se mide si un país goza de una ciudadanía bien educada?

Salvo indicadores numéricos como número de alumnos por profesor, sueldo medio docente, cobertura, infraestructura escolar con ladrillos, agua y desagüe, porcentaje de alumnos con acceso a computadoras e internet, los cuales aluden al contexto en el que ocurre la acción educativa -que suelen medir los economistas-, nada de eso explica la experiencia educativa en sí misma, más allá del limitadísimo segmento de aprendizajes que miden áreas instrumentales de lectura o matemáticas con evaluaciones censales o internacionales que han evidenciado muchísimas limitaciones y distorsiones en las interpretaciones. Eso no nos habla del sentido de la educación, sus propósitos, eso que analizan los filósofos, psicólogos, pedagogos, antropólogos, y que tienen que ver con la conformación de la sociedad, sus visiones, valores, tradiciones, prioridades sociales y en general la construcción de habilidades y valores que ocurren en la escuela.

Una escuela tradicional, autoritaria, represiva, aniquiladora de autoestima, que cultiva el individualismo, materialismo, egoísmo, puede obtener logros espectaculares en los indicadores aislados aludidos pero ¿reflejan holísticamente lo que es una buena educación? ¿Es eso lo que queremos para el Perú?

Lo que los candidatos a gobernar y legislar en el país deben clarificar a la ciudadanía es cuál es su visión del sentido que debe tener la educación, cómo invertirían los recursos y cómo legislarían para lograrlo en el menor plazo.

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¿Por qué sería inviable la reforma que fija en no menos del 6% del PBI el presupuesto de educación? Hay tres argumentos concretos por los cuales la norma es inviable constitucionalmente: a) el Congreso no tiene iniciativa de gasto, b) el equilibrio presupuestal lo maneja el Poder Ejecutivo y c) afecta la libre discrecionalidad del Ejecutivo. Cada uno tiene sus competencias. El Congreso puede legislar en todas las materias que considere a bien. La única restricción que tiene es la iniciativa de gasto. [Esta medida] afecta a la libre discrecionalidad que tiene el Ejecutivo de proponer el presupuesto. La Ley de Presupuesto General de la República de cada año no la hace el Congreso, el proyecto lo hace el Ejecutivo y lo manda al Congreso.

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Artículo afin: Pedagogía sexy: recuperemos el placer como el eje de la educación (María Acaso) Desgraciadamente no me equivoco cuando afirmo que el aburrimiento es una de las experiencias que más intensamente he vivido en mi vida como estudiante. Y lo que es infinitamente peor, una de las experiencias que más intensamente he hecho vivir a mis estudiantes en mi vida como docente. Un aburrimiento denso, físico, tupido, de esos que se pueden cortar con un cuchillo; un aburrimiento embotador, narcótico, analgésico que te robaba poco a poco las ganas de aprender. Las experiencias de la escuela, de la universidad, de esa conferencia con un tema maravilloso pero en la que era imposible mantener la atención, están infectadas por el virus del desinterés, de la repetición y del tedio (Continua).

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Saavedra: debemos mejorar recaudación tributaria para orientarla más a educación El ministro Saavedra anotó que en el caso de Perú representa hoy el 3,6% del PBI y 18% del presupuesto público nacional, siendo el sector con mayor participación. “Sin embargo esto es insuficiente”, enfatizó al señalar que mientras el Estado solo logra invertir un promedio anual de US$972 por alumno de escuela pública, los colegios privados destinan US$6.750… Mencionó que mientras en Perú la recaudación de tributos representa 18% del PBI, en los países donde más se invierte en educación ese indicador llega a 34%. “Esa debería ser nuestra meta”, comentó.

Costa Rica invierte 8% del PBI en educación y sin embargo su sistema educativo no es satisfactorio (¿Han escuchado alguna vez que Costa Rica destaque en algo que tenga que ver con el nivel de sus maestros o la educación en sus aulas?) «El sistema ha operado “de arriba hacia abajo”, con una jerarquía que aprueba y gestiona políticas nacionales sin saber lo que ocurre en las aulas, ni medir el impacto de sus lineamientos sobre las prácticas docentes. Entre las autoridades técnicas y políticas, por un lado, y la realidad de los salones de clase, por otro, se ha erigido un “muro de separación” que impide enlazar de manera efectiva los objetivos de la política educativa con los procesos de aprendizaje.”

INFORME COMPLETO (Anexo): http://www.estadonacion.or.cr/educacion2017/informe-para-descarga.html

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