A raíz de la enorme promoción mediática y popular que reciben los partidos de clasificación a la copa mundial que despierta tanto interés por parte de los alumnos, profesores y padres, me interesó investigar por qué el fútbol es capaz de crear esta histeria triunfalista colectiva, para ver si valía la pena luego involucrar a los alumnos en el desarrollo de proyectos de investigación sobre el tema. Busqué respuestas leyendo a columnistas que han abordado este tema y encontré algunas que creo que pueden ser relevantes.(esta columna se publicó por primera vez en el año 2017)

1) El fútbol fue uno de los primeros deportes colectivos que se organizó en ligas y torneos internacionales, dese hace más de 100 años atrás, especialmente en Inglaterra que fue heredera de diversas formas de juegos ancestrales que implicaban patear pelotas y meterla en un arco.

En América Latina, rápidamente Argentina y Uruguay, más cercanos a las costumbres inglesas, asumieron el liderazgo continental en este deporte al que se fueron sumando otros países como Perú y Brasil .

2) El fútbol es uno de los pocos deportes colectivos que se juegan con los pies, considerados no solo para la locomoción sino para patear y golpear, que es la acción más «animalesca» que hemos heredado de nuestros ancestros animales. Eso, a diferencia de todos los otros deportes que principalmente usan las habilidades de las manos, que son los elementos más diferenciadores de la cultura humana en relación a los instintos animales.

3) El fútbol es un deporte de choque, de mucha agresividad que se expresa en el constante encuentro cuerpo a cuerpo entre contrincantes para frenar o derribar al rival. (también pasa con el rugby que fascina tanto a los pueblos de tradición anglosajona) Eso implica una enorme descarga de agresividad y emotividad de parte de jugadores y espectadores.

4) En América Latina son escasos los varones que no hayan jugado fútbol en algún momento de su infancia o juventud, lo cual no requiere más implementos para jugarse que una pelota, y a veces ni siquiera eso (chapitas, piedras). En el colegio no jugar fútbol es sinónimo de excluirse del grupo social masculino (en muchos casos hasta hoy). Eso significa que los adultos al espectar el fútbol pueden evocar su propio juego infantil, cosa mucho menos frecuente en todos los otros deportes o en el atletismo. En las últimas décadas las mujeres también se han sumado a esta afición por jugar fútbol.

5) El espectador que asiste a los estadios, en su rol de barrista también juega el partido desde la tribuna, en la que hace una descarga de agresividad, adrenalina, euforia que es liberadora y placentera. Algo similar ocurre cuando ven el partido por TV.

6) Walter Nathan dice que el fútbol es el único deporte en que la explosión por un punto (gol) no es tan continuo como en los demás deportes y que un partido se pueda definir por un gol. Esto hace que la emoción sea mayor.

7) El fútbol atraviesa todas las clases sociales porque no requiere implementos que los hagan prohibitivos para los pobres y además se ha ido convirtiendo en una opción aspiracional para el ascenso social.

8) Hay una enorme inversión publicitaria en torno al fútbol que retroalimenta por todos los medios posibles esta afición que nutre de ganancias a los auspiciadores y afines, que son los que animan a los medios a darle tanta cobertura y participar de las transmisiones por los medios.

9) Hay un uso político del fútbol para crear una sensación de unión nacional que no se consigue con otros medios (que favorece a los gobernantes) y también un uso como distractor social y como medio para prestigiar el país que luego se usará para otros fines de orden nacional y comercial (son conocidos los casos del apoyo a equipos de fútbol populares como Colo Colo por Pinochet, la selección peruana por parte de Morales Bermúdez, el Mundial de Argentina por la junta militar gobernante, etc. por dar unas cuantas muestras de este asunto, sumado a la publicitada presencia de los presidentes en los entrenamientos o camarines de los jugadores cosa que rara vez se ve en otros deportes).

Seguramente hay muchas otras razones que vale la pena investigar. Quizá a nuestros lectores se les ocurra otras razones más que se pueden sumar a las anteriores. Por ello, en suma, pienso que el fútbol bien podría ser un tema de investigación escolar inter-disciplinario, tan o más rico y potente que cualquier otra asignatura o área curricular tradicional.

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