LOS NIÑOS NO PUEDEN DENUNCIAR ACOSOS Y AGRESIONES Por León Trahtemberg

Más allá de los discursos sobre animar a los niños a denunciar ante sus padres y/o maestros los acosos o agresiones que sufren, debemos preguntarnos qué requisitos hay para que sientan eso como una opción. Y en eso creo que nos va mal.

1). Para que un niño quiera habar de algún tema vinculado a su sexualidad, sea sobre su identidad sexual, el cuidado de sus cuerpo y sus relaciones armoniosas o violentas con otros, debe sentir que la familia y la escuela son espacios que lo acogen, escuchan en sus temores, angustias, encara respetuosamente sus curiosidades, preguntas y sobre todo lo protege y ama incondicionalmente. SI no encuentra eso en el hogar, como en muchos casos, sólo le queda la escuela como único otro espacio posible.

Sin embargo, si el Ministerio de Educación tiene que estar defendiéndose en el tema y corrigiendo sus guías por cada palabra del currículo que es cuestionada por políticos y grupos conservadores que le piden al colegio que no se meta en el tema, y si los profesores sienten que si abordan el tema son pasibles de cuestionamientos y hasta sanciones de parte de padres, medios, autoridades, etc. lo que obtenemos es un Minedu que no logra marcar de modo tajante y sin ambivalencias una propuesta acorde con la psicología y pedagogía moderna, y profesores que “mejor no se meten” para no tener problemas. El resultado: el cuerpo humano es tratado en la escuela como una máquina que tiene una serie de componentes y funcionamiento, sin ninguna relación con las emociones, afectos, empatía, relaciones de cariño y respeto, quedando los niños desprotegidos e indefensos, sin otro espacio para trabajar sus curiosidades y angustias que no sean sus pares en la calle o las páginas web eróticas o los videos pornográficos.

2). Para que un niño tenga confianza para hablar de algo que le resulta violento, angustiante o que afecta a su sexualidad en el colegio, debe tener la confianza para hablar en el colegio de cualquier cosa que le resulte compleja. Si lo que recibe como respuesta es risas, burlas, falta de tiempo o capacidad de escucha, amonestaciones, sermones, y todo tipo de respuestas escolares que de alguna manera le dicen que “de eso no se habla con los profesores”, obviamente no les traerá ningún relato o pregunta de algo que le angustia, quedando los niños desprotegidos e indefensos. El slogan de “no te metas con mis hijos” no ha logrado ser confrontado debidamente por este otro que debería decir “no dejes indefenso y desprotegidos a mis hijos”.

3). Si los niños sienten que lo único que le importa realmente a los padres y profesores en relación al colegio es que ellos hagan sus tareas, aprendan matemáticas o lectura, saquen buenas notas, cumplan el reglamento, sean puntuales, etc. y que todo lo que tiene que ver con su vida personal, familiar, sus afectos, identidades, conflictos, no tiene un espacio suficiente y valorado para ser trabajado cotidianamente, ¿creen que disponer de una hora de tutoría -que es casi administrativa- o inclusive contar con un psicólogo escolar derribará ese dique de contención para comunicar lo que angustia al niño? Una escuela que tiene hábitos violentos en relación a los alumnos, porque todo el tiempo los evalúa, desaprueba, rechaza, compara, rankea, estresa y trata de modo autoritario, en la que la opinión del alumno no importa, difícilmente será apreciado como un espacio de comunicación libre, abierta y horizontal entre profesores y alumnos. Los niños que van a una escuela así están desprotegidos e indefensos.

4). La educación sexual y ciudadana no empiezan con el despertar sexual de los niños a los 11 años o con las alertas para no procrear. Empieza con la imagen que tienen los padres y profesores sobre qué es la identidad personal de sus hijos desde muy pequeños, qué relación hay entre ella y su cuerpo, la construcción de los conceptos de intimidad, privacidad, respeto a la propiedad propia y ajena, el aprecio al compañero, sus pertenencias, su cuerpo (cuyas partes y funciones va reconociendo) y la relación de éste con los afectos, el reconocimiento y valoración de la diversidad de identidades, la mutualidad de la las relaciones interpersonales en comunidades basadas en el bien común y la aceptación de las diferencias, todo lo cual está en la base de las relaciones humanas. Es el mismo terreno cultivado que permite trabajar la inclusión, la confrontación al bullying y la violencia escolar, y en esencia, la formación ciudadana.

Si yo respeto mi cuerpo y el del otro, tendré mucho cuidado al tocarlo o agredirlo, no presionaré a mi pareja para que haga algo que él o élla no quiere, no lo expondré a riesgos, enfermedades o embarazos prematuros; del mismo modo, haré respetar mi intimidad y mi privacidad, porque con eso expreso mi identidad y mis valores.

¿Creen ustedes que las escuelas de hoy ofrecen un espacio de este tipo y abordan las relaciones humanas cubriendo cotidianamente ese espectro que va desde la identidad personal hasta la ciudadanía?

Tengo serias dudas. Lo que sí me es claro, es que si no reformulamos la visión de la escuela como un verdadero centro educativo, y seguimos haciendo más de lo mismo que se está haciendo hoy, no vamos a traer resultados distintos a los que estamos viendo hoy.

Tweets afines de LT:

Un alumno que aprende en el colegio que «de eso no se habla» (por ejemplo en asuntos complejos de sexualidad) ¿hablará de otras cosas que lo angustian y atemorizan -por ejemplo acoso-iniciación sexual-violencia familiar-etc? https://twitter.com/LeonTrahtemberg/status/962807175050653702

¿Sería pecaminoso que en la escuela se trabaje por ejemplo este video (La primera vez que vi tu rostro de Roberta Flack) para trabajar la sexualidad (amor, romance) adolescente? Y si en la conversación surge el tema de la homosexualidad, ¿paran la clase? https://twitter.com/LeonTrahtemberg/status/962808112112685056

¿Cuál debe ser el rol del estado, pensando en el bien común? ¿Dejarse intimidar por una voces críticas para dejar desprotegidos a los estudiantes, o crear espacios para que los estudiantes hablen de todo en la escuela? https://twitter.com/LeonTrahtemberg/status/962806614448394240

Artículos afines:

Reflexiones respecto al debate sobre la educación sexual en la escuela

El 85% de escolares aprende sobre sexualidad por medio de Internet. El estudio también determinó que, ante esta falta de educación sexual en el colegio, el 85% de los escolares refiere que aprendió de sexualidad en Internet y otros medios de comunicación similares, como la televisión. Solo la cuarta parte (23%) recibió alguna información de sus padres. Por ello no sorprende que el 97% de estudiantes, profesores y directores estén de acuerdo en que se enseñe educación sexual en el colegio. Según el informe, el 59% de los estudiantes que recibieron educación sexual solo fueron informados en temas fisiológicos de salud sexual reproductiva, pero muy pocos en valores, derecho, respeto y habilidades interpersonales (33%)

Sexo adolescente en la era del porno online La edad de inicio de las relaciones se reduce, el acceso a la pornografía a través del móvil aumenta y la educación sexual sigue sin estar en el currículum escolar. Chavales y expertos hablan sobre ello

NYT: What Teenagers Are Learning From Online Porn. ‘There’s nowhere else to learn about sex — and porn stars know what they are doing.’ American adolescents watch much more pornography than their parents know — and it’s shaping their ideas about pleasure, power and intimacy. Can they be taught to see it more critically?

Padres niegan la educación sexual a sus hijos

La escuela que corrompe y bulea

Adolescentes indefensos para decidir asuntos cruciales para sus vidas

Bullying: deja peores huellas que una enfermedad mental

La escuela, principal buleadora de los alumnos

Indiferencia: NADIE DICE NADA

How to Teach Teens About Love, Consent and Emotional Intelligence. Navigating love and relationships can be difficult at any age, but especially so in the angsty teenage years. Budding romances can be fun and exhilarating but also confusing and uncomfortable. In these moments of confusion, teens often turn to friends or the internet for advice. But what if teens were trained with other options? What if lessons in love and romance were taught more explicitly in schools and at home?

Sí es problema nuestro cómo educas a tus hijos. No criamos a nuestros niños para vivir en una isla desierta, sino para formar parte de la sociedad (su sociedad) cuando sean adultos