Lo que aplauden de la selección de futbol lo censuran en los colegios

Aplauden dedicación y esfuerzo de la selección peruana de fútbol (pese a no tener resultados exitosos), se reconoce el valor de aprender de los errores y fracasos como aportes al fogueo de los jugadores, en un país en el que el sistema educativo hace exactamente lo contrario: valora solamente los resultados acertados en pruebas y exámenes, marginando el valor de los esfuerzos y los aprendizajes que ocurren en el proceso.

Lo que importa en los exámenes es la respuesta correcta y no el esfuerzo invertido en el aprendizaje. Lo que se valora en las publicaciones ministeriales sobre aprendizaje no es el uso de la inteligencia, creatividad, esfuerzo, energía dedicada por los alumnos para aprender incluso de los errores, sino las respuestas correctas en pruebas, que dan lugar a promedios que determinan la aprobación de un curso o el año escolar, y los puntajes de pruebas ECE o PISA que se publican para calificar los progresos de la educación peruana.

¿Qué sentido tiene todo esto? ¿Por qué lo que es evidente para el fútbol se vuelve un contrasentido para el mundo escolar? ¿Por qué no medir en todo caso la energía, esfuerzo e interés que ponen los alumnos en aprender y corregir sus errores en vez de limitarse a medir goles y puntos, o sea, respuestas acertadas desde el punto de vista del evaluador?

El ministerio de educación tiene la oportunidad de desterrar esta cultura de medir resultados de unos cuantos ítems formateados como preguntas para marcar o rellenar 《ECE》, para empezar a prestar atención a todos esos aspectos no medibles que hacen la verdadera buena educación.

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¿Y si el fútbol profesional fuera más educativo para los niños? Miles de chavales imitan en los patios de sus colegios lo que hacen sus ídolos futbolísticos. Pero, ¿hasta qué punto lo que ven nuestros hijos en sus referentes es positivo? Si fuéramos capaces de fomentar un locus de control interno (atribuir lo que nos pasa a variables que podamos controlar), nos irían mejor las cosas, además en todos los sentidos.