La alta dirección de la Cancillería se mudará al local del INC y el personal de planta se mudará al sótano de la Maternidad de Lima. Por su parte el edificio del MEF también se venderá. Su alta dirección se instalará en las oficinas de INDECOPI y sus funcionarios se repartirán entre los sótanos de la Plaza de Acho y de la SUNAT. Los excendentes irán a un sector aún disponible del cementerio «El Angel»

Si estas noticias hubieran sido ciertas, en minutos se habría armado un escándalo mayúsculo en los sectores políticos y empresariales del país. Pero cuando la noticia es que se vende el local del Ministerio de Educación sin tener edificio alguno al cual mudarse, y sus oficinas se repartirán temporalmente entre la Biblioteca Nacional, el sótano del Museo de la Nación y algunas oficinas en el Centro de Lima hasta que algún día se concluya la construcción de una nueva sede (¿2015?), esa noticia no alarma a casi nadie. El sentido común que hubiera dicho «si vas a mudar el ministerio, múdalo a su nueva sede» se transforma cuando traducido a sentido gubernamental se convierte en «primero vende, (así sea un terreno que siempre podrás vender bien en San Borja), con cago a que algún día haya una nueva sede. Mientras tanto, pongan las oficinas en cualquier espacio que se encuentre. Total… es solo la educación».

¿Se imaginan ustedes que si el Ministro o los Viceministros quieren reunirse con sus altos funcionarios, -cosa que deberían hacer a diario-, estos tengan que caminar algunas cuadras o venirse en taxi para cada reunión?

La Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN) vendió ayer por subasta pública a viva voz a la empresa Inversiones San Borja S.A., del grupo Brescia, la sede del Ministerio de Educación que se encontraba ubicada en la calle Van de Velde 160, en San Borja, tiene una superficie de 25.442,50 m2. Se pagó el precio base de US$13’240.865,82. Según los compradores La propiedad adquirida será usada para construir viviendas de baja densidad. Respetarán la Ordenanza Metropolitana 1063 de setiembre del 2007, que permite edificaciones de hasta tres pisos en este sector de San Borja.

Esa sospechosa premura en vender la sede de San Borja, aunada a la dispersión de sus oficinas que por lo demás humilla a sus altos funcionarios y trabajadores hacinados en el sótano del Museo de la Nación, resulta altamente metafórica. La educación está en el sótano del interés gubernamental, en el sótano de las prioridades del MEF, en el sótano de la agenda de los congresistas, y por lo tanto comprensiblemente en el sótano de las tablas internacionales de rendimiento académico de los alumnos.

Dicho sea de paso, encarado por Raúl Vargas en RPP el presidente Alan García anunció el 16 de diciembre que estaba en los planes del gobierno iniciar en enero 2009 la construcción de la nueva sede del ministerio de educación, al lado de la Biblioteca Nacional. Eso no contestaba la pregunta respecto a la premura de la venta y la mudanza improvisada a las sedes temporales, habida cuenta que en el mejor de los casos la construcción podría tomar dos años.

Recordemos que cuando el presidente Toledo inauguró la Biblioteca Nacional el 27/3/2006 en un terreno de 20,000 metros cuadrados y a un costo de 52 millones de soles, ya habían pasado 20 años desde la asignación del terreno en 1986 para su construcción pasando por varios años de detención de la obra por falta de presupuesto. Los fondos para la construcción debían obtenerse de un tercio de la tasa de $ 30.00 dólares que era el impuesto de salida al exterior, según lo estableció un Decreto Legislativo del 31 de diciembre de 1989 pero éste se derogó en agosto de 1992. En 1995, el Colegio de Arquitectos del Perú entregó el Proyecto Integral y finalmente la construcción de la primera etapa empezó en enero de 1996 pero luego se paralizó en marzo de 1997, por falta de financiamiento. Cuatro años después, el 5 de setiembre de 2001 el Dr. Sinesio López Jiménez fue nombrado Director Nacional de la BNP y al quedarse nuevamente sin presupuesto en agosto de 2003 inició la campaña “Un nuevo sol para la Biblioteca Nacional del Perú”, para crear conciencia en la población sobre la necesidad de culminar la construcción del nuevo loca. Finalmente en marzo del 2004, se reinició la construcción de la obra hasta concluirla en el 2006.

¿Porqué no podría pasar la sede del ministerio de educación de similares vicisitudes? ¿Se merece ese trato el Ministerio de Educación?