Cuando se discute las razones del bajo rendimiento de los estudiantes peruanos en las pruebas nacionales (UMC) e internacionales (PISA), se alude a factores vinculados a la pobreza de las familias de los alumnos así como la inadecuada infraestructura, falta de materiales didácticos, etc. Sin embargo, esos factores no están presentes en la escuela privada, lo que significa que sus alumnos deberían obtener cuando menos logros similares a sus pares de los países europeos ó aunque sea del promedio de los países que participan en PISA. Nada de eso ocurre.
Por ejemplo en el año 2001 la Unidad de Medición de Calidad aplicó pruebas en el Perú y en el año 2003 los alumnos peruanos junto con los de otros 40 países

-principalmente del primer mundo- participaron en la prueba PISA.
Las pruebas nacionales de razonamiento lógico-matemática para 6to grado evaluaron lo siguiente: organización del espacio, iniciación en geometría, conocimiento de números y numeración, conocimiento de las operaciones con enteros, conocimiento de las operaciones con fracciones, iniciación en la medición e iniciación a la estadística. En el nivel “suficiente” de logros, los resultados de los alumnos estatales fueron 3.48; 31.35; 2.96; 3.86; 1.35; 1.98 y 9.42 respectivamente mientras que los no estatales obtuvieron 26.64; 71.83; 24.82; 27.25; 12.84; 18.99 y 43.24 respectivamente. Es decir los privados rinden unas 7 veces mejor que los estatales, pero tres de cada cuatro alumnos privados ni siquiera llegan a niveles de desempeño suficientes.
Las pruebas de comunicación integral para 6to grado evaluaron la comunicación de textos verbales, comunicación de textos e íconos verbales y la capacidad de reflexión sobre la lengua. En el nivel “suficiente” de logros, los resultados de los alumnos estatales fueron: 4.72; 7.43 y 1.36 mientras que los no estatales fueron 26.45; 34.6 y 9.39. Es decir los privados rinden unas 5 veces mejor que los estatales, pero también tres de cada cuatro alumnos ni siquiera llegan a niveles de desempeño suficientes
En cuanto a PISA 2003 que midió en 6 niveles de dominio el porcentaje de alumnos que logran la alfabetización lectora tenemos -de menos a más- entre los estatales los porcentajes 61.6; 25.4; 10.6; 2.2; 0.2 y 0.0 mientras que entre los no estatales los porcentajes fueron 11.4; 25.6; 36.7; 20.0; 5.6 y 0.8. Es decir en los dos niveles avanzados sumados solo tenemos a 0.2% de los alumnos estatales y solo 6.4% de los no estatales -32 veces más para los particulares-. Sin embargo a la hora de compararnos con los puntajes de los países de la OECD que fueron 6; 12; 22; 29; 22 y 9 encontramos que allá hay 31% de alumnos con niveles de logrado avanzados, es decir 5 veces más que los alumnos de colegios particulares peruanos.
Lo que esto nos está diciendo es que una pésima educación pública no solo constituye una estafa ética a los pobres, sino que suele estar emparentada con una educación privada igualmente deficitaria a nivel global, así esta se muestre superior a la estatal. Eso ocurre porque los colegios privados se nutren de profesores que se gradúan en los mismos institutos y facultades que proveen de profesores a la escuela pública y con similares requisitos. Por ejemplo en el Perú un profesor estudia 5 años en un ISP o facultad de educación y queda expedito para obtener su título pedagógico y luego su nombramiento. Hay muchos cursos de pedagogía y temas generales de Ciencias Sociales y Educación, pero muy pocos cursos corresponden al área académica que estará a su cargo. Comparemos con Alemania, donde la formación de profesores puede tomar hasta seis o siete años después de su primer grado universitario o con Taiwán, donde nadie puede enseñar matemáticas o ciencias en un colegio de primaria o secundaria a menos que tenga un postgrado en matemáticas o ciencias después del cual recién estudian pedagogía.
Pero hay más. También afectan a la educación privada la escasa investigación educacional, los arcaicos currículos nacionales y los libros que se producen en función de ellos. Así mismo, el bajo nivel de las publicaciones pedagógicas y la inexistencia de sistemas nacionales de evaluación y control de calidad. La escasez de un buen debate educativo, producciones audiovisuales y de moderno software educativo, capacitaciones y actualizaciones docentes de alto nivel, así como la falta de una cultura lectora, también afecta a todos.
Por lo dicho, el urgente rediseño de la educación pública debiera ser un objetivo de todos los peruanos, incluyendo a quienes en apariencia no son sus usuarios o beneficiarios directos, pero que se nutren en el ámbito privado de sus producciones y profesores.