Entrevista de Cecilia Valenzuela conductora de Ventana Indiscreta a León Trahtemberg y Fritz Du Bois

El educador León Trahtemberg y el director de Economía del diario El Comercio, Fritz Du Bois, coincidieron al señalar que el presidente Alan García no ha realizado una autocrítica de su primer gobierno (1985-1990) durante su mensaje a la Nación de hoy.

“Yo esperaba una toma de distancia con respecto a su primer gobierno, que ha sido tan cuestionado, no sé si una disculpa pero de alguna manera una reparación que merece el país frente a un gobierno que fue muy malo. Yo pensaba que eso hubiera sido un buena introducción (…) Las culpas del gobierno del 85 al 90 se las ha echado a la inflación externa, a los movimientos sociales en América Latina y a la deuda externa. No le escuchado hacer una autocrítica genuina, decir yo me equivoqué, metí la pata, hice mal”, sostuvo Trahtemberg en el programa La Ventana Indiscreta.
Sin embargo, manifestó que García fue acertado al decir que las mineras deben hacer un aporte voluntario para invertir en las comunidades aledañas a las minas, y evitar así conflictos sociales con los pobladores de estas.

Les dijo a los mineros “no les quiero poner más impuestos pese a que había prometido un impuesto, un control de sobreganancias”; el discurso de Humala iba en esa dirección. Se está negociando un aporte voluntario de los mineros mientras los precios estén altos. Pero es casi como un acuerdo de caballeros, más que una fórmula legal. García tiene la expectativa de que los mineros, por lo menos en el primer año hagan un aporte. De cuánto y cómo no tengo idea; una de las posibilidades que hay es que les pida que formen un fondo que ellos administren para fomentar el bienestar en sus entornos. Me parece mucho más productivo, y es un precedente que mañana puede ampliarse con el canon, porque una parte del canon lo podrían administrar los propios mineros haciendo proyectos en sus zonas de influencia; en suma, creo que García no ha querido pelearse y ha sido muy cuidadoso para no sonar amenazante, y en todo caso poner la amenaza en el hecho que el pueblo podría levantarse contra los mineros”, afirmó.

Respecto del aumento de una hora de clases en las escuelas, Trahtemberg manifestó que será muy complicado implementar esta medida debido a que los colegios nacionales tienen más de un turno al día, y vaticinó que la municipalización de la educación primaria y la reducción del tiempo de vacaciones de verano puede traerle problemas al gobierno con el sindicato de maestros, Sutep.
También criticó la reincorporación de la educación pre militar en los colegios por “esa creencia de que amor a la patria significa tener un arma y saludar a la bandera”.

Por su parte, el economista Fritz Du Bois resaltó la nueva actitud de García de ser un defensor del ciudadano frente al Estado, y no como fue durante su primer gobierno, la representación misma del Estado.
“En el anterior gobierno García era el Estado, era todo y ahora de pronto él es el defensor del ciudadano frente al Estado, realmente un cambio dramático de enfoque y de posición, y eso me pareció correcto, creo que es lo más rescatable. Cuando entra ya a las propuestas puntuales uno se preocupa porque suenan un poco populistas”, expresó.

También destacó que García haya dado tranquilidad a los inversores, y que ese habría sido uno de los motivos para designar a Luis Carranza como Ministro de Economía y Finanzas.
“La primera señal que dio fue que va a ser lo más ortodoxo posible para que el mercado no pierda credibilidad. No creo que Carranza esté únicamente porque es ortodoxo, yo creo que va a ser un buen ministro, pero evidentemente García tiene que asegurar que los mercados no le pierdan confianza, porque su anterior gestión no fue buena (…) Me ha parecido interesante que un tema recurrente a lo largo del discurso fue la reforma del Estado”

Respecto a la exoneración tributaria para la Agroindustria Andina de Altitud, señaló que es una medida económica que se puede distorsionar con facilidad, pues es mejor hacer normas de este tipo aplicándolas para todos.
“Ese planteamiento me pareció una parte negativa del discurso porque te dice quiero integrar a la sierra a la modernidad, la Sierra Exportadora me parece muy bien, pero terminamos diciendo que si pones una fábrica a 3200 metros tienes un beneficio tributario que no lo tienes 500 metros más abajo, entonces empieza la distorsión. Yo hubiera esperado algo más concreto como voy a construir todos los caminos rurales y vecinales para que se integre la sierra y haré que sea viable”, concluyó.