Solo el 17% de los adultos más jóvenes de la primera potencia del mundo pueden ubicar en un mapa a Afganistán, país al que hace algo más de un año salieron decenas de miles de soldados norteamericanos para luchar contra el régimen talibán y Osama Bin Laden, responsable del mega atentado criminal contra las “Torres de Maniatan”. Esto fue revelado por la encuesta “The National Geographic–Roper 2002 Global Geographic Literacy Survey” que entrevistó a más de 3,000 jóvenes de 18 a 24 años en Canadá, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia, Japón, México, Suecia y los Estados Unidos (http://geosurvey.nationalgeographic.com/geosurvey/).
En esta encuesta de 56 preguntas sobre cultura general geográfica el más alto puntaje medio lo obtuvieron los suecos y los dos más bajos lo obtuvieron EE.UU y luego México (único país latino participante, con nivel de conocimientos probablemente similar al del resto de países latinoamericanos).
Es interesante constatar que a pesar del constante bombardeo de noticias provenientes del Medio Oriente y Asia Central, el 83% de jóvenes norteamericanos y 90% de los mexicanos no pudieron encontrar en el mapa a Iraq, Afganistán ni Israel pese a las diarias noticias sobre un inminente ataque norteamericano a Iraq y la tradicional buena relación de EE.UU. con Israel que tiene gran cobertura en los medios de comunicación. Cerca del 30% de los norteamericanos y 26% de los mexicanos no pudieron ubicar el Océano Pacífico, 56% de los norteamericanos no pudieron ubicar a India y 11% ni siquiera pudo localizar a los EE.UU. en un planisferio. También entre 60 y 80% fallaron en ubicar Japón, Francia, Inglaterra y Suecia, obteniendo los mexicanos puntajes más bajos aún. Daría la impresión que en general la población mundial adolece de analfabetismo geográfico. Entre los factores interrelacionados que afectan el conocimiento de Geografía están las experiencias escolares de aprender geografía, los viajes internacionales, el dominio de idiomas extranjeros y el acceso a Internet. En esto último resulta interesante encontrar que los norteamericanos que reportaron haberse conectado a internet en el último mes respondieron 65% mejor que los que no se habían conectado. El otro factor que favorece el conocimiento de la geografía es la experiencia de haber viajado por el mundo y dominar otros idiomas además del materno. Por ejemplo en los países que puntaron más alto en la encuesta, Suecia, Alemania e Italia, no menos del 70% de los jóvenes habían viajado por el mundo en los últimos tres años y la gran mayoría hablaba más de un idioma. En cambio, en EE.UU. y México solo un 20% había viajado al extranjero y la gran mayoría hablaba un solo idioma.
La escasez de experiencias escolares con la geografía tienen que ver con el hecho de que en EE.UU. no es un curso obligatorio y en los currículos latinoamericanos aparece de manera muy superficial y enciclopédica, sin intersecarse con la vida y los problemas cotidianos, por lo que los estudiantes no le prestan mayor atención. Quizá uno de los problemas centrales que debemos encarar es el desconocimiento de los alcances que puede tener el dominio de la geografía. Si se reconociera que el bienestar nacional está relacionado con el mercado global y los desarrollos políticos internacionales, así como los temas del medio ambiente y el uso cada vez más intenso de imágenes gráficas, mapas y otros diagramas espaciales que aparecen en las computadoras y las telecomunicaciones, la geografía podría ser redescubierta como una disciplina central.
Recordemos que la geografía se dedica a estudiar el desarrollo evolutivo y la organización humana sobre la superficie terrestre, así como el medio ambiente. También estudia la interdependencia entre lugares, las representaciones espaciales, las escalas, y la manera como se interrelacionan en el espacio los fenómenos físicos y humanos, creando lugares o regiones con características naturales o sociales distintivas. Así mismo, estudia la influencia que tienen esos lugares en una amplia gama de eventos y procesos naturales y humanos, todo lo cual convierte a la geografía en una herramienta conceptual ideal para apoyar el estudio de la economía, degradación ambiental, conflictos étnicos, cuidado de la salud, cambios climáticos, antropología, epidemiología, ecología, medio ambiente, conservación de la biodiversidad y relaciones internacionales. En otras palabras, la geografía provee una manera de estudiar tanto la integración vertical de las características que definen un lugar como la integración horizontal entre lugares.
Si los peruanos queremos aprender algo de todo esto, quizá convendría replantear el estudio de la geografía planteando su sentido transdisciplinario, de modo que a la par que se motive más a los estudiantes, se la convierta en una importante herramienta para la comprensión del mundo.