Algunos lectores me han hecho llegar réplicas a mi artículo “La enésima crucifixión” del 19 de marzo ante la cual solo puedo sugerirles que lean mi columna aclaratoria “Pasión y Educación” del 28 de marzo en la que yo explicaba porqué escribí dicho artículo, y cómo a partir de la discusión de este tema, imaginaba yo la enseñanza de la religión, cualquiera que esta fuera, al estilo del moderno constructivismo.
Sin embargo, estos intercambios cordiales entre personas que tienen posiciones diferentes sobre un mismo tema no deberían opacar el reconocimiento de aquellos retos y enemigos comunes que judíos, cristianos y musulmanes de buena voluntad tenemos que enfrentar juntos, uno de los cuales se acaba de desnudar por completo en Madrid el 11 de marzo, después de décadas de presencia destructiva en el Medio Oriente y especialmente en Israel. Así como en el pasado en el nombre de la religión se cometieron grandes crímenes con las Cruzadas o la Inquisición que posteriormente la civilización occidental cristiana ha lamentado, más recientemente se están cometiendo en nombre de la “Guerra Santa” islámica que no podemos soslayar.
Ocurre que en adición a los atentados de los terrorismos nacionales como los de Sendero Luminoso, ETA, IRA, Ejército Rojo japonés, etc. se está desarrollando crecientemente un movimiento terrorista internacional de fundamentalistas islámicos violentistas, que sumados a los atentados terroristas casi cotidianos que provocan principalmente en Israel e Irak, ya han infestado todos los rincones del planeta. Veamos algunas muestras: Lokerbie-Escocia 1998, Avión PANAM, 270 muertos; Bs Aires 19992, Embajada de Israel, 22 muertos; Bombay-India 1993, 300 muertos; Bs Aires 1994, AMIA, 85 muertos; Kenya y Tanzania 1998, Embajadas de EE.UU, 224 muertos; Rusia 1999, mercado, 62 muertos; Manhattan 2001, Torres Gemelas, 2.976 muertos; Bali-Indonesia 2002, discoteca, 202 muertos; Moscú 2002, teatro 128 rehenes muertos; Manila-Filipinas 2003, mercado, 13 muertos; Casablanca-Marruecos 2003, restaurante la “Casa de España”, 45 muertos; Ouetta- Pakistán 2003, 53 muertos; Ankara-Turquía 2003, sinagogas, 20 muertos; Moscú 2004, tren, 40 muertos; Madrid, 11-3-2004 estación de tren, 191 muertos.
¿Qué tienen en común estos atentados? 1) Son mega atentados terroristas contra civiles repartidos por todos los continentes del planeta. 2) Son distintos grupos: Al Qaeda, Yihad, Hizballah, Hamas, Abu Sayyaf, pero tienen un mismo objetivo: la lucha contra el “satán” judío y/o cristiano de Occidente, los infieles pervertidores del planeta que deben ser sometidos o eliminados. 3) En su gran mayoría son grupos violentistas islámicos auspiciados, entrenados, armados y financiados por Irán (que ahora también desarrolla armas nucleares).
Frente a esta amenaza, hay en el mundo dos diferentes concepciones respecto a la lucha contra el terrorismo. Están los que dicen “con los terroristas no se negocia. Se lucha hasta el final con todos los recursos disponibles”, entre los cuales tenemos a Bush, Aznar, Blair, Sharon, Fujimori, Putin. Hay los que dicen “hay que negociar con los terroristas para llegar a acuerdos que los desactiven” entre los que están Rodriguez Zapatero, Javier Solana, Rabin, Barac, Robin Cook, Chirac, Shroeder. Es más, varios gobiernos europeos se comportan como si hubiera terrorismo bueno y terrorismo malo. Terrorismo bueno sería el del Hamas, Hizballah, Jihad, Sendero Luminoso, que gozan de cierta simpatía y justificaciones y pueden hacer colectas y campañas de propaganda pidiendo la liberación de sus líderes detenidos sin impedimento alguno de las leyes o las autoridades locales. Terrorismo malo sería para ellos solamente el de IRA, ETA o Al Qaeda, porque esos grupos han atentado directamente contra sus países. Cuando los gobernantes de la línea de izquierda no tienen éxito, los pueblos eligen la alternativa de derecha, y viceversa. Sin embargo, la experiencia enseña que la única manera de luchar eficientemente contra el terrorismo es que tanto la izquierda, centro y derecha, como judíos, cristianos y musulmanes, vean como tarea común la lucha contra toda expresión de terrorismo o “Guerra Santa”, venga de quien venga, y usen el pretexto ideológico, religioso o político que usen.
Al Qaeda y sus aliados han hecho conocer que el ataque a Madrid era un “ajuste de cuentas por las cruzadas europeas contra el Islám” especialmente en Andalucía y que seguirán ataques a Londres, por su alianza con el Gran Satán, a Roma porque “Roma es la cruz, Occidente es la cruz y los romanos son los propietarios de la cruz. Abriremos Roma y si Dios quiere y vencen los musulmanes reconquistaremos Constantinopla por segunda vez”. La lista incluye un ataque a Viena, para ajustar cuentas por los ejércitos musulmanes que fueron malamente derrotados en 1683; y así sucesivamente. ¿Hace falta entender quién es nuestro enemigo común?