La investigación más reciente sobre la motivación para el rendimiento de los alumnos permite comprender mejor la importancia de las explicaciones que dan los alumnos sobre las causas de su éxito y fracaso escolar.

En el “Harvard Education Letter” de mayo/junio 1999 el tema es revisado por la catedrática Janine Bempechat quien cita a Bernard Weiner (UCLA) el cual clasifica estas creencias de los alumnos en tres grupos: la de aquellos que creen que el mejor rendimiento se debe a su inteligencia innata; la de aquellos que creen que se debe al mayor esfuerzo; la de aquellos que mencionan factores externos como la suerte en las preguntas que les hacen los profesores o el hecho de ser preferidos por los profesores. Weiner demuestra que los alumnos que fracasan son aquellos que atribuyen el éxito a los factores externos y a la falta de habilidades. En cambio, los que tienen éxito son aquellos que lo atribuyen a poseer habilidades y hacer esfuerzos.

Otros estudios de John Nicholls y Carol Dweck concluyen que los niños que ven la habilidad o la inteligencia como cualidades inacabadas que deben ser perfeccionadas son mucho más propensos a encarar desafíos riesgosos y reaccionar frente a los fracasos hasta alcanzar el éxito. En cambio aquellos que creen que su habilidad está predeterminada tienden a elegir tareas muy fáciles y a reaccionar con menos energía frente a los fracasos.

Nicholls demuestra además que las creencias sobre las propias habilidades pueden modificarse a lo largo de la infancia, pero hacia el 5to. o 6to. grado ya quedan fijadas. Susan Holloway de la Universidad de California (Berkeley) ha demostrado que las creencias de los padres sobre las habilidades matemáticas de sus hijos tienen una profunda influencia en las evaluaciones que hacen los niños de sus propias habilidades, sus creencias acerca de las causas de sus éxitos y fracasos en matemáticas, y sus actitudes hacia las matemáticas.

Weiner y sus colegas han encontrado que un niño puede interpretar la ayuda no solicitada a lo adultos como indicador de falta de habilidad. Niños de 5 años pueden inferir las creencias de sus profesores sobre las causas de sus éxitos o fracasos a partir de la reacciones emocionales de los profesores frente a sus desempeños. Un profesor que reacciona con cólera ante el fracaso del alumno, por ejemplo, podría estar comunicando que el estudiante es capaz de dar mucho más. Finalmente, encuentra que para los niños pobres, el soporte motivacional de los padres puede ser más importante que su ayuda para hacer tareas.

PEDAGOGÍA

La forma como los profesores estructuran sus clases también tiene un impacto decisivo en las creencias que tienen los niños sobre las causas de sus éxitos o fracasos.

Nicholls ha demostrado que los alumnos que trabajan con profesores que usan la pedagogía tradicional se convierten en personas superpreocupadas por saber cómo están rindiendo ellos en comparación con los demás compañeros. Esto los hace muy ansiosos respecto a sus errores y fracasos. Ellos tienden a focalizarse en el “si acaso” (son capaces) más que en el “como” (pueden lograr encarar los retos). Aprender se convierte en un ejercicio para alcanzar el producto deseado, la respuesta correcta. Bajo estas circunstancias, los chicos empiezan a ver sus errores y fracasos como condenas por su falta de habilidades.

En contraste, los alumnos que trabajan cooperativamente en clase tienden a preocuparse menos de cuan hábiles son respecto a otros y a enfocarse más en aprender por su propia necesidad.

En clases cooperativas, los alumnos tienden a enfocarse más en cómo lograr resolver los problemas y tienden a ver los errores como componentes necesarios del aprendizaje, y además que el proceso de aprendizaje involucra esfuerzos sostenidos.

Bajo estas circunstancias muchos alumnos ven los fracasos y errores como oportunidades para aprender sin importar cuál sea su creencia sobre sus propias habilidades. Por lo tanto, dependiendo del estilo pedagógico los profesores estarán comunicando a sus alumnos una visión sobre el éxito o fracaso que puede tener un impacto crítico en las creencias de los alumnos sobre sus propias habilidades.

REFLEXIÓN

La implicancia más importante de lo dicho para los padres y profesores es que los alumnos de bajo rendimiento están en riesgo de fracasar por creer que su pobre desempeño se debe a su falta de habilidades.

Esta autopercepción es potencialmente muy debilitante y pesimista, ya que debido a ella los alumnos no le encuentran sentido a hacer mayores esfuerzos en sus estudios.

El reto para los padres y profesores es ayudarles a mantener una alta autoestima y autopercepción de sus habilidades y el optimismo sobre las consecuencias favorables de esforzarse.

Artículo afín

Kids should pay more attention to mistakes, study suggests Children who believe intelligence can grow pay more attention to and bounce back from their mistakes more effectively than kids who think intelligence is fixed, indicates a new study that measured the young participants’ brain waves. January 30, 2017, Michigan State University. Hans S. Schroder, Megan E. Fisher, Yanli Lin, Sharon L. Lo, Judith H. Danovitch, Jason S. Moser. Neural evidence for enhanced attention to mistakes among school-aged children with a growth mindset. Developmental Cognitive Neuroscience, 2017; 24: 42 DOI: 10.1016/j.dcn.2017.01.004