El pobre desempeño de los alumnos de las escuelas públicas en diversos países ha llevado a los gobernantes a presionar para cambiar los modelos de gestión de modo que mejoren su desempeño medido por los puntajes en pruebas estatales de lectura, matemáticas y ciencias.

En los EE.UU. es una idea que ya tiene 100 años de antigüedad y ha sido objeto de muchas investigaciones. Por ejemplo en 1918 el 48% de los distritos escolares de EEUU usaban algún tipo de sistema compensatorio por méritos. Ahora lo ha vuelto a intentar la fundación Bill y Melinda Gates (Bloomberg Businessweek del 19/07/2010) y lo actualiza el Banco Mundial (Making Schooles Work, Bruns y otros, 2011).

Lo que asumen los partidarios del pago por mérito es 1). La motivación del profesor es el factor determinante del aprendizaje y rendimiento de los alumnos 2). El aprendizaje puede medirse de manera confiable y contabilizable por medio de pruebas que se aplican una vez al año 3). Los profesores suelen estar motivados por incentivos financieros, de modo que el pago por méritos induciría a un mayor y más efectivo esfuerzo. 4). La enseñanza es una actividad individual, con poca interdependencia de otros factores.

Valdría la pena preguntarse si estas presunciones son ciertas, y si las habilidades de un profesor mejoran por el hecho de que se le pague más. Observar además cómo es que medir el desempeño de los alumnos usando pruebas estandarizadas, lleva más bien a focalizar la enseñanza en los temas que permiten aprobar esas pruebas reduciendo el universo de elementos que conforman una buena educación.

La evidencia demuestra que esta política nunca duró mucho y que fracasó en elevar el rendimiento de los alumnos. Además las compensaciones individuales a los profesores crearon serios problemas al colectivo de la institución por celos, rivalidades entre colegas, conflictos, etc. A su vez aumentó la permisividad para que los alumnos se copien y hasta fraudes de parte de los profesores, que tendían a pasarles a los alumnos las respuestas correctas (ya que de eso dependía su estabilidad en el trabajo).

Sería bueno investigar un poco más estas “panaceas” antes de asumir su validez.

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