¿Es Raúl Ruidíaz el ejemplo de Fair Play que Ud. quiere para sus hijos? (León Trahtemberg)

Cuando Raúl Ruidíaz confesó que metió el gol con la mano contra Brasil, como lo vio una buena parte de los televidentes (en el momento él ya sabía que lo hizo), en un afán de ganar como sea a Brasil y clasificar al Perú, me quedó una profunda sensación de malestar porque una vez más se premiaba el engaño. Me quedé pensando en el concepto de Fair Play que se usa para denominar el comportamiento leal, sincero, compasivo y correcto en el deporte.

particularmente en relación a los contrincantes, respetuoso además del árbitro y los asistentes. Me preguntaba qué estarán aprendiendo hoy los deportistas de todo el mundo que observan que la trampa vale; qué le dirían los entrenadores a sus pupilos respecto a respetar las reglas del fútbol. Si más importante que respetar las reglas del fair play en el fútbol resulta convertir las mañas de Maradona en un referente válido para toda situación similar.

Raúl Ruidíaz tuvo un minuto crucial para resolver qué hacer. El árbitro dudaba sobre cómo proceder. Si él se hubiera acercado a decir que usó el brazo, resolvía el dilema con justicia. Tuvo al frente la oportunidad que se presenta pocas veces en la vida de tomar una decisión en un minuto crucial que haría la diferencia entre que se le reconozca siempre como el leal “caballero del deporte” o en cambio como el jugador tramposo para el que “todo vale”, carente de toda confiabilidad. Decidió insistir en mentir y avalar la trasgresión.

Personalmente, no me gustaría que mis pupilos se identificaran con esas conductas

En FB https://www.facebook.com/leon.trahtemberg/posts/811408382293032

2do post 24 06 2016

Hay varias cosas que aprendo de los comentarios que se colocan en facebook. La principal, conocer al comentarista, porque los comentarios permiten apreciar los pensamientos, sentimientos, prejuicios, resentimientos, identificación, capacidad de tolerancia, agresividad, afectividad e inclusive la comprensión lectora de los participantes que a veces inclusive me atribuyen en sus comentarios cosas que no he dicho. Quisiera reiterarles mi pensamiento sobre el tema. Asumo que en toda actividad humana regulada por normas hay los que las cumplen y los que las transgreden. En una sociedad ordenada y con vocación ética los que las transgreden reciben la censura social o una sanción. Reconociendo que en el fútbol hay cada vez más tramposos e impostores, y que cientos de deportistas engañan en cada oportunidad que pueden, mi post aludía a la oportunidad de usar el caso para reflexionar con nuestros hijos y alumnos sobre dos conceptos: uno, con qué conducta nos alineamos o queremos que se alineen nuestros hijos o alumnos: con la de los cumplidores o con la de los transgresores, aún sabiendo que hay infinitos transgresores. El otro, el sentido de oportunidad. Hay situaciones en la vida en las cuales un gesto en un momento crucial, observado además por millones de personas por televisión, puede convertirse en el referente de un valor que aspiramos que el colectivo asuma como propio. Allí la transgresión no confesada oportunamente por el jugador -aún teniendo a su disposición el minuto de vacilación del árbitro- significó una oportunidad perdida para convertir su acción en una pauta emblemática y orientadora. El Perú necesita referentes que hagan notar la importancia de ciertos valores. Esta fue una oportunidad perdida, en la que se reforzó la validez de la transgresión.

Artículo afin:

El mundo Mundial 1: La fábrica de ficciones Por MARTÍN CAPARRÓS NYT 11 de junio de 2018 «Es lo que hace: el fútbol es la mejor máquina de ficción que hemos inventado desde que un tal Saulo dijo que un tal Jesús había resucitado, desde que un tal Robespierre insistió en que una república da a sus ciudadanos libertad, igualdad y esas cosas. El fútbol no llega a tanto, pero es un gran fabricante de ficciones».

Consejos válidos para la práctica de cualquier disciplina deportiva y para la convivencia rutinaria en los espacios escolares y laborales LOS 10 MANDAMIENTOS DEL BUEN FÚTBOL, SEGÚN LOS NIÑOS. Los programas educativos de LaLiga conciencian a los jóvenes sobre los valores del deporte. Lo prioritario es formar personas

¿Y si el fútbol profesional fuera más educativo para los niños? Miles de chavales imitan en los patios de sus colegios lo que hacen sus ídolos futbolísticos. Pero, ¿hasta qué punto lo que ven nuestros hijos en sus referentes es positivo? Si fuéramos capaces de fomentar un locus de control interno (atribuir lo que nos pasa a variables que podamos controlar), nos irían mejor las cosas, además en todos los sentidos.