Una misión judía posible frente a desastres. (25 01 2020)

En reciente viaje a Bogotá para dar unas conferencias en el Gimnasio Los Caobos me invitó la directiva del colegio Colombo Hebreo a una sesión (nos conocemos de tiempo atrás) para hablar del plan de desarrollo del colegio y el esfuerzo de la comunidad por “luchar contra la asimilación” etc. rollo que se repite de la misma forma con cuanto dirigente de colegio judío del continente tengo contacto. La pregunta que siempre les hago es ¿qué inspira a los jóvenes judíos a quedarse como activistas de la comunidad? ¿Qué proyectos los atrae, les hace sentir algo de la misión judía de cambiar el mundo para que sea un mejor espacio para convivir en paz en la diversidad?

Nunca obtengo respuestas más allá de esos conceptos genéricos de luchar contra el antisemitismo, preservar la identidad, mantener la tradición religiosa, y cosas así que para los jóvenes son etéreos. Les pregunto por qué aquellas comunidades que tienen un equipo de jóvenes que se dedican a bitajón logran atraerlos más que las sinagogas y los centros culturales o inclusive los movimientos juveniles a los usualmente acude una minoría que se va reduciendo con la edad. No tengo respuestas.

Yo pienso que los jóvenes judíos necesitan sentir que su identidad judía se expresa a través de proyectos o acciones en las que sus valores judíos se vuelven concretos. Por ejemplo, el de la solidaridad judía, el de ama a tu prójimo como a ti mismo, que son la base de nuestro concepto de justicia social. Algo de eso se hace al interior de las comunidades, y es muy valioso. Pero no es suficiente, porque los judíos de todas las edades interactuamos social, profesional y comercialmente con la sociedad toda, y no solo hacia el interior de la comunidad.

Muchas veces he sugerido por qué no hay una ambulancia de la comunidad judía y equipos de voluntarios para hacerse presentes cuando hay un desastre natural, huaycos, heladas, dramas como el de Villa el Salvador en el Perú por incendios que dejan a la gente herida y viviendo en carpas, situaciones que ocurren en todos los países del continente. Equipos rotativos de voluntarios médicos, enfermeras, psicólogos, activistas jóvenes que sean los primeros en llegar y ofrecer ayuda, en paralelo a donantes que procuran los primeros recursos de alimentación, agua, medicinas y ropa para los damnificados. Me imagino ver eso por televisión, que todo el mundo sepa que los judíos hacen eso y que nuestros chicos y chicas desde el colegio aspiran a ser parte de estas fuerzas solidarias (guardando distancias, como Israel lo suele hacer con los países que viven desgracias de proporciones)

Puede ser que este sea uno de estos sueños que se chocan con una realidad en la que se parte del principio de que eso “no se puede” o “ya se hace bastante ayudando en otros asuntos”. Pero los judíos también necesitan una visibilidad pública que sea motivo de orgullo, admiración, que no solo nutra el espíritu de los judíos, sino que le permita ver esta dimensión de los judíos a la población que no los conoce -por lo que fácilmente se dejan llevar por los titulares adversos a los judíos e Israel- ver también este otro lado de la moneda, este contrapeso en el imaginario público, sobre lo que somos capaces de hacer los judíos por el bien de la humanidad.

Quizá no sea algo tan difícil de lograr…

En FB Comunidad Judía: https://www.facebook.com/groups/16620512859/permalink/10157636705542860/

Anexo: Donar sangre y salvar la vida de los heridos tras el incendio en Villa El Salvador. (El Comercio 24 01 2020)