Ediciones regionales 22 11 2020

Este es un momento muy difícil para los adolescentes porque las condiciones pandémicas están en contracorriente con su desarrollo normal que ahora limita su independencia y socialización con los pares. Sin embargo, también hay revelaciones que hablan de las ganancias que están sintiendo por lo que no tiene sentido generalizar ni estereotipar al hablar de adolescentes.

En una reciente columna en el New York Times Jessica Grose cita algunas encuestas hechas a adolescentes para ilustrar la ambigüedad de su situación peculiar (“The Hardest Fight to Have With Your Teen. It’s rough for adolescents during the pandemic. Here’s what they’re going through and how you can help», 28/10/2020). Menciona la encuesta entre mayo y julio a más de 1,500 adolescentes del Instituto de Estudios de la Familia y la Institución Wheatley, que no encontró un gran cambio en el porcentaje de adolescentes deprimidos, infelices o insatisfechos con la vida frente al 2018, especialmente porque sentían que su ánimo mejoraba por dormir más y estar cerca de su familia. Y entre los deprimidos lo que estaba pesando es la angustia económica familiar más que otros factores

Otra encuesta de 1,000 adolescentes de la iniciativa de salud mental WellBeings.org de principios de octubre en cambio es más desoladora. Casi 50% dijo que su salud mental es peor de lo que era antes de la pandemia. Más del 50% habló de una vida social deteriorada y más del 72% resiente las desventajas que esta pandemia le ocasiona a su generación, agregando al de la pandemia otros factores estresantes como el cambio climático y los conflictos raciales.

La calidad del vínculo entre adolescentes y sus padres es más importante que nunca. Si se llevan bien, ganan todos. Si hay fricciones o desatención, pierden porque los adolescentes ya no tienen a los otros “buenos adultos” que solían ver en la escuela. También el tiempo libre juega en contra, porque al ser abundante y tener una sensación de estar fuera de control pueden volverse más obsesivos con los alimentos.

Para casi 50% dijo que el peso, el nivel de condición física, la salud general o la imagen corporal tienen un efecto negativo en su salud mental.

Otro problema a considerar es la distorsionada imagen de las personas y en particular sus pares que queda distorsionada cuando solo interactúan en las redes sociales.

Ayudará mucho a los adolescentes que sus padres entiendan que el contexto de la pandemia tiene sus propias parámetros que deben ser atendidos para así velar por el cuidado de su salud mental

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