Muchos medios de comunicación transnacionales se identificaron con “la víctima iraquí” y la actitud contraria a EE.UU. e Inglaterra que encabezaron Francia, Alemania y Rusia. Curiosamente, estos países eran los principales proveedores de armas y mercancía europea para los países árabes, incluyendo a Irak durante los 10 años del bloqueo impuesto por la ONU. Estas dobles actitudes han impedido visualizar con suficiente claridad una serie de datos de la “real-política” que se esconden bajo los comentarios simplistas de muchos improvisados analistas del Medio Oriente, como aquellos que dicen que Al Qaeda y Saddam Hussein no tienen nada en común, o que el motivo principal de la invasión angloamericana era el control del petróleo.
Trataré de aportar algunos elementos de información que quizá sean útiles a los lectores, repartidos en tres artículos, cada uno focalizado en otros actores.

1). Es discutible la tesis sobre la “dolorosa” agonía o muerte de la ONU como organismo rector de la paz mundial como consecuencia de esta acción anglo norteamericana. La verdad es que la ONU está moribunda desde hace tiempo, y no tiene ninguna capacidad de imponerle nada a nadie. El reciente caso cubano que se niega a recibir una visita de inspección sobre el estado de los Derechos Humanos en Cuba es similar al de la negativa de Irak por 10 años de cumplir las restricciones que le impuso la ONU luego de la guerra del golfo. Obviamente Israel tampoco cumple muchas de sus resoluciones porque los países árabes que deberían hacerlo simultáneamente tampoco lo hacen. Recordemos que la Resolución 242 de 1967 que habla de “territorios por paz” condiciona la retirada israelí al reconocimiento árabe al derecho a la existencia de Israel, incluyendo acuerdos de paz y garantías de seguridad, cosa que los países árabes jamás aceptaron. Cuando excepcionalmente lo hicieron Egipto y Jordania, Israel cumplió cabalmente con la devolución de los territorios, no porque lo dijera la ONU sino porque ese fue el acuerdo entre las partes.
La ONU ni siquiera ha podido resolver el problema fronterizo entre Perú y Ecuador que tuvo que ser manejado por EE.UU., Brasil, Argentina y Chile. Tampoco tuvo mucho que decir en los acuerdos de paz entre Israel y Egipto, Jordania y la OLP, que fueron logrados y legitimados por la mediación de EE.UU. La ONU no resolvió la guerra entre Irán e Irak, (apenas refrendó el arreglo final luego de que las partes se cansaran de 8 años de guerra), la invasión rusa a Afganistán (que culminó con un auto-repliegue ruso), el conflicto palestino-israelí, el problema de Yugoslavia, Bosnia Herzegovina y Kosovo.

2).Por lo demás, ¿debemos confiar en la credibilidad de la ONU, que no es más que un club de políticos y burócratas que representan intereses particulares y responden a las consignas que convienen a sus países, muchos de los cuales son altamente corruptos, o dictaduras tan brutales como Irak, países que desprecian los Derechos Humanos, como “la gran cárcel” China, o dictaduras de todos los matices como las árabes y africanas? También la integran democracias como Francia, que asesinó un millón de argelinos para negarles su independencia o que hacía explosionar las bombas atómicas en Mururoa pese a la condena internacional; también está Rusia con un historial de masacres a disidentes y luego a afganos y chechenios. ¿En virtud de qué los cinco países ganadores de la II Guerra, han adquirido el derecho internacional para decidir lo que es «correcto» y lo que es «censurable» en la justicia internacional? Si Francia hubiera dicho que estaba de acuerdo con la invasión, ¿entonces ésta hubiera adquirido legitimidad. ¿Es confiable un Consejo de Seguridad presidido por Siria, y una Comisión de Derechos Humanos presidida nada menos que por Libia, países ambos con un terrible prontuario dictatorial y de violación de DDHH? ¿Puede la ONU normar la «ética mundial» cuando una importante parte de los países que la integran y deciden sus votaciones tratan a los niños como a esclavos y a las mujeres como objetos descartables?. Realmente hay que ser muy ingenuos para poner el destino de un país en manos del “pensamiento objetivo y ético” de la ONU.

3). A quienes sostienen que hay muchos otros países que poseen armas de destrucción masiva y que no son sancionados por la ONU o invadidos por EE.UU. solo hay que recordarles dos cosas: una, que Irak ya las usó varias veces contra Irán, contra los kurdos, contra los shiitas. Dos, que Irak es el único país que ha anunciado públicamente recompensas para los terroristas suicidas en Israel, explicitando una clarísima política de estímulo al terrorismo regional. En pleno Bagdad había un campo de entrenamiento para aprender a secuestrar aviones. Todo ello además de toda la información de inteligencia (que también poseen los franceses, alemanes y rusos) que apunta sin duda alguna a la existencia de una “internacional del terror” en la que coparticipan Siria, Libia, Irán y los grupos terroristas más destructivos como Al Qaeda, Hizballah, Hamas y Jihad Islámica.

4). Tratando de ser imaginativos ¿qué fórmula podría haber permitido a la población iraquí deshacerse del brutal régimen que lo oprimía, sin alguna intervención externa, y evitando las desgracias causadas por la guerra? ¿Fomentar una guerra civil entre kurdos, sunitas y shiitas como la de Ruanda en la que murieron 800 mil? ¿Cuál hubiera sido una intervención externa «aceptable» en Irak? ¿Una como la de la OTAN en Bosnia, con similares atrocidades? Todas las fórmulas sugeridas por las monarquías árabes o por los socios comerciales europeos de Irak pasaban por mantener a Saddam Hussein en el poder, o en el peor caso su exilio quedando alguno de sus allegados en el poder, a cambio de promesas de buena conducta. Así el régimen Iraquí hubiera quedado igual que todos los otros países árabes. Sin embargo, Irak violó la ecuación de la real-política mundial que dice “haz lo que quieras dentro de tu país, pero no te metas con los otros”. Dado que Irak se metió con otros, se volvió objeto de las represalias máximas. Esa es una diferencia central entre el caso de Irak y el de tantas otras dictaduras árabes similares a la de Irak, pero contra las cuales no se lleva a cabo invasiones de fuerzas externas.

5). Creo que todos compartiremos la idea que los organismos internacionales necesitan un rediseño, con vigas ético-políticas y mecanismos para el balance del poder que por ahora no son visibles. Junto con ello, es claro que tan lamentable como puede ser la «ley de la selva» o del más fuerte, es la «ley de los ingenuos» que creen que la ONU es un organismo con capacidad de normar la paz mundial. Ahora mismo Francia, Rusia y Alemania están reunidos viendo cómo se reparten los contratos de reconstrucción de Irak. ¿Les interesa a ellos la participación de la ONU en la reconstrucción de Irak, o es ese un eufemismo para decir que Rusia, Francia y Alemania deben estar presentes en tal reconstrucción? (continuará con la II y III parte)