Entre el 6 y 8 de febrero del 2002 se llevará a cabo en Lima un importante Congreso Nacional de estimulación temprana y educación de niños de 2 a 8 años, en el auditorio de la G.U.E. Alfonso Ugarte de San Isidro, cuya importancia vale la pena difundir porque corresponde a un campo para el cual cada vez se acumula más investigación y conocimientos (rolo@lp.edu.pe) .
Por ejemplo el Instituto Nacional de Salud del Niño y Desarrollo Humano de los EE.UU. (http://www.nichd.nih.gov) monitoreó 1,300 niños en 10 estados desde 1991y dio a conocer en el año 2001que el 17% de los niños que pasaron 30 horas semanales en una guardería mostraron problemas de conducta agresiva cuando llegaban a edades de 4.5 a 6 años. Estos datos eran válidos independientemente del ingreso familiar, género, o si quien custodiaba al niño era un familiar cercano, una ama o una empleada de la guardería. Sin embargo este estudio también indica que esta forma de crianza de los niños se asocia con un incremento en sus habilidades intelectuales, el lenguaje y la memoria, lo que parecería indicar que las guarderías convierten a los niños en astutos pero revoltosos. Una posible explicación para esto es que para aprender y conocer el mundo hay que tener una dosis de agresividad la cual si es estimulada produce esos aprendizajes, aunque a costa de una actitud de trasgresión y mucho “ruido” por parte del niño.
Por su parte el New York Times reportó el 9 de mayo del 2001 un estudio longitudinal de 15 años de la Universidad de Wisconsin-Chicago publicado en “The Journal of the American Medical Association” en el cual demuestra que al llegar a la adolescencia, los niños pobres que habían asistido regularmente a un centro de educación inicial mostraron menor tendencia a ser arrestados y mayor frecuencia de graduación de la secundaria que aquellos que no asistieron a centros pre escolares. Estos niños que procedían de familias por debajo de la línea de pobreza asistieron al programa “Child Parent Center” de Chicago a más tardar al cumplir 4 años, y recibieron al menos 2 .5 horas diarias de atención por 18 meses.
Dicho estudio se inició en 1985 cuando los 989 niños estudiados tenían 5 años, concluyéndolo luego cuando los jóvenes cumplieron 20 años en el año 2000.
Las trayectorias educacionales de estos niños fueron comparadas con las de 550 niños de similares características de los mismos barrios, de los que muy pocos recibieron alguna estimulación pre escolar.
Los resultados mostraron que solo 16.9% de los niños que asistieron al pre escolar habían sido arrestados por crímenes juveniles comparados con 25.1% de los otros, y 49.7% de ellos se habían graduado de la secundaria comparado con 38.5% de los otros. Así mismo, los que recibieron estimulación pre escolar repitieron menos de año o requirieron menos ayuda remedial (solo 5%)
Estos estudios llenan un enorme vacío respecto al impacto de la educación pre escolar en los pobres, ya que muy pocos estudios habían monitoreado de manera tan extensa las carreras personales de los alumnos.
Estudios como estos resultan muy alentadores porque muestran que si se usan adecuadas estrategias educacionales, se puede mejorar su lenguaje y tener otros efectos positivos en el largo plazo. En cierta manera, se convierte en una estrategia validada para promover el éxito escolar.

REFLEXIÓN

Lo que se conoce hasta hoy en materia de educación inicial es mas que suficiente para desterrar los tres clásicos mitos de este nivel educativo: 1) que la escuela preescolar es donde los niños van a jugar; 2) que el programa preescolar le enseñará al niño a leer y escribir; 3) que a los maestros preescolares no se les tienen que pagar mucho ya que solamente son personas que cuidan niños.
La realidad muestra que la educación preescolar les da la oportunidad a los niños para que sean creativos, adquieran destrezas sociales y abran sus mentes al aprendizaje bajo la guía de educadores capacitados en el desarrollo infantil. Por medio del juego, el arte, la música, la alfabetización y el inicio del estudio de matemáticas, los niños preescolares aprenden a cooperar, hacer amigos, hacer preguntas, usar la imaginación, construir el autorespeto y usar sus cuerpos con confianza. Para lograr todo esto no basta con que estén en manos de cualquier adulto bien intencionado, sino que requieren el soporte de educadores profesionales que sepan cómo ayudarles a construir sus habilidades y autoestima, lo que a su vez se constituirá en el mejor predictor de su futuro éxito académico.

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Estudios en EE.UU. hacen más fuerte la demanda de universalizar el Pre-K de 4 años. En otras palabras, existe una creciente evidencia de que la educación preescolar puede mejorar permanentemente la vida de los niños, pero no es necesariamente porque los hace más inteligentes. Parece más relacionado con hacerlos más disciplinados y motivados, lo cual es tan importante (o tal vez incluso más importante) para sus futuros medios de vida como lo bien que se desempeñen en las pruebas de lectura o matemáticas.