Correo 13 02 2015

¿Qué probabilidades tienen los alumnos que en los primeros grados salen desaprobados en algunos cursos, que lo superarán y se convertirán en alumnos competentes y hasta destacados en los grados siguientes?

Empíricamente, a falta de investigación dura, diría que menos del 25%. Salvo alumnos que pasaron por un mal momento emocional o dificultades con su salud física, el hecho que desde el pre escolar los profesores señalen que tienen dificultades y que en primaria estas se manifiesten con algunos desaprobados, con recomendaciones de clases particulares, terapias, medicación, etc. el pronóstico es malo. Sin embargo, la ilusión de que ocurrirá alguna magia en la vida del hijo o hija lleva a los padres a insistir con que mantenga la misma propuesta educativa con la que desde los primeros años está fracasando continuamente.

Difícilmente se preguntarán si quizá el problema no es su hijo sino el sistema pedagógico del colegio. Hay niños perfectamente normales pero que necesitan un acompañamiento más individualizado mientras fortalecen su autoestima o superan una brecha en su aprendizaje, que se angustian ante el temor y vergüenza del fracaso, la censura de los profesores, la burla de sus compañeros. Además, se ahogan en colegios rígidos que aspiran a que los alumnos estén sentados, quietos, sin conversar, tomando notas de las clases y preparándose para rendir constantes pruebas usualmente mecánicas y repetitivas en las que sus fracasos alimentarán su sentimiento de frustración e incompetencia. ¿El problema está en el niño?