El artículo del Dr. Manuel Burga, rector de la UNM de San Marcos publicado en “La República” del 21/1/2004 titulado “Las Mejores Universidades del Mundo y las Universidades Peruanas” llama la atención sobre un ranking publicado por el “Institute of Higher Education” de la Shanghai Jiao Tong University denominado “Academic Ranking of World Universities-2003” el cual fue el resultado de dos años de investigaciones con una gran muestra de universidades. Las universidades fueron evaluadas en base a cinco criterios: a) Sus premios Nobel; b) Sus investigadores altamente citados; c) Artículos publicados en las revistas Nature y Science; d) Artículos en el «Science citation index-expanded» y en el «Social Science citation index»; y e) Desempeño académico de sus profesores.

Como señala el Dr Burga, es interesante que entre los criterios para establecer este ranking u orden de mérito no considera los grados y títulos de los docentes, como en los ranking que suelen hacer otras instituciones y como lo acostumbra a considerar nuestra Ley Universitaria y el estatuto de diversas universidades como la de San Marcos, a la hora de ubicar a los docentes en el escalafón de remuneraciones.

Lo que está diciendo este ranking es “por sus frutos los conoceréis”. Tener profesores que publican en las mejores revistas del mundo y sacan los premios más renombrados, prestigia a las universidades que buscan que tener en su plana docente a esos profesores, a los que obviamente se les tiene que pagar más (cosa impensable en la educación pública peruana).

Otra curiosidad (aunque no sorprende) es que 8 de las 10 primeras son norteamericanas y 2 son inglesas: Harvard, Stanford, Caltech, Berkeley, Cambridge (Inglaterra),M.I.T., Princeton, Yale, Oxford y Columbia (Inglaterra). Entre los 101 primeros calificados, 58 son de EE.UU. seguido de Inglaterra (9), Japón (5), Alemania (5), Canadá (4), Suiza (3), Suecia (3), Holanda (3), Francia (2), Australia (2), Israel (1), Bélgica (1), Noruega (1), Dinamarca (1), Italia (1), Finlandia (1), Austria (1). Con la excepción de Japón e Israel (Asia) y Australia (Oceanía), todo el resto está conformado por países de Norteamérica y Europa Occidental. Entre los europeos, exceptuando España, Portugal y alguno más, cuando menos una universidad califica entre las mejores 101.

Otros países cuyas universidades aparecen en el ranking por lo menos una vez son Rusia (112), Singapur (113), Taiwán (162), Corea del Sur (164), España (168), China (216), Nueva Zelanda (219), Hungría (246), Hong Kong (257), India (258), Irlanda (268), Grecia (271), Sud Africa (275), República Checa (303), Noruega (320), Polonia (347), Portugal (382), Turquía (454). Es interesante que exceptuando Japón que fue la primera potencia asiática en asomar a la primera línea mundial, las universidades de los otros tigres asiáticos aún no entran a las 101 primeras, porque son países que tienen una fuerte tendencia a enviar a sus profesionales más talentosos a las universidades de occidente, conscientes de que allá recibirán la mejor preparación.

Evidentemente, hay una relación directa entre las universidades más prestigiadas y la producción de investigación, ciencia, tecnología, inventos e innovaciones, con el desarrollo económico y social de dichos países. En contraste, la ausencia de universidades latinoamericanos en el ranking de las mejores no hace más que corroborar que la falta de inversión en educación superior explica aunque sea en parte el subdesarrollo económico de estos países.

Entre las universidades latinoamericanas que figuran entre los 500 primeros lugares, la UNAM de México ocupa el puesto 152, la Universidad Federal de Río de Janeiro y la de Buenos Aires comparten el 301, la Estadual Campinas ocupa el 351 lugar y la Universidad de Chile el puesto 401. No hay ninguna universidad peruana pública ni privada entre esas 500.

Obviamente las mejores universidades disponen de ingentes cantidades de recursos para contratar profesores y desarrollar investigaciones. Por ejemplo la universidad de Harvard dispone de un fideicomiso de $ 18,500 millones. Muy a lo lejos, entre las estatales latinoamericanas la UNAM tiene un presupuesto anual de US$ 1,500 millones de dólares y la Universidad de Chile de $ 220 millones, lo que significa una inversión por estudiante de 3 a 5 veces más grande que las de las universidades estatales peruanas.

Quizá una de las estrategias que debería seguir el Perú sería la de rankear a sus propias universidades, y a aquellas que se encuentren a la cabeza, premiarlas con recursos adicionales para que avancen más rápidamente y se coloquen en el nivel de las ligas mayores de las universidades más prestigiadas del mundo. Desde allí podrían influir mucho para elevar el nivel de todo el sistema universitario peruano.

Link interesante: Las mejores universidades del mundo al 2013 según el Academic Ranking of World Universities 2013 (Shangai)