Al finalizar su reunión con Alan García, el presidente Alejandro Toledo se ufanó soberbiamente de que no le dejaría bombas de tiempo a su sucesor. Sin duda, está equivocado. Quizá la lista que sigue ayude a entender cuáles son las bombas de tiempo que le legará a García:

1). La displicencia para extraditar a Fujimori de Japón le permitió llegar a Chile y contar ahora con una bancada de 13 congresistas que sin duda abogarán por él.
2). La desatención a las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación han puesto en estado latente todas las reivindicaciones pendientes.
3). La urgencia de atender los indicadores macroeconómicos negativos –al lado de algunos positivos muy publicitados- . Toledo deja pasivos por concepto de la emisión interna y externa de bonos soberanos. El volumen de gasto del país oscila en alrededor de S/. 45 millones y el nivel de ingresos está alrededor de S/. 34,000 millones, con un desface de más de S/. 11,000 millones que fue corregido con la emisión de bonos. LA deuda externa subió de US$ 23,000 a US$ 29,000 millones.
4). No hubo desarrollo social de los sectores más necesitados, pese a tener un quinquenio de crecimiento y estabilidad. La pobreza entre 2001-2005 solo ha caído de 54.3% a 48.3% y la pobreza extrema de 24 a 18% pese al boom económico que tuvimos.
5). Pésima calidad del gasto destinado a la inversión pública, que disminuyó 40%, considerando que en el 2001, se utilizó el 4.8% del PBI mientras que ahora está en 2.8%. E l grueso de los egresos del régimen se destinó a gasto corriente, principalmente a sueldos y salarios.
6). Alto déficit en inversión social, el cual llega apenas al 12% del Producto Bruto Interno (PBI) era 19% con Fujimori.
7). Desnutrición y déficit de consumo de calorías. La Encuesta Nacional de Hogares del 2004 registra que el 33,9% de la población no logra cubrir las 2.100 calorías diarias aconsejadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
8). La falta de integración física, económica y política del país que está cuarteado. La integración física, tiene que ver con infraestructura vial, con energía y comunicaciones, construir y asfaltar caminos, terminar la interconexión eléctrica y de fibra óptica que es básica para internet. La integración económica exige llevar la inversión privada al sur lo que requiere de incentivos para los empresarios que van allí donde hay rentabilidad y oportunidades. La integración política tiene que ver con la integración de los servicios del Estado, especialmente los que tienen que ver con el acceso a la salud y educación es a través de hospitales y escuelas públicas. La casi fractura de la sierra y sobre todo el sur con el resto del país que se observó en las recientes elecciones fue muy ilustrativa
9). La descentralización es otra bomba de tipo social, toda vez que esta es una vieja demanda nacional y ha sido mal hecha, improvisando normas y presupuestos, todo lo cual ha devenido en una carencia de recursos y de planes de desarrollo e incapacidad de gasto (canon) por falta de proyectos.
10). La reforma del estado que requiere producirse en los tres niveles de gobierno: central, regional y local.
11). La burocracia ineficiente que se incrementó durante el gobierno de Toledo con militantes del partido de gobierno y que se instalaron en las diferentes instancias del Estado.
12). Las Fuerzas Armadas que están a la espera de ser reconstituidas por cuanto registran en la actualidad un desbalance táctico y logístico.
13). La mala gestión en seguridad ciudadana que nos lleva a afrontar un récord de un asalto por día en las carreteras y un secuestro cada dos días.
14). Las cárceles son fabricas de delitos y nuevos delincuentes. Cuentan ahora con una población penal de 33,000 internos distribuidos en 83 centros penales hacinados con 37% de sobrepoblación porque solo hay cupo para 20,500 presos. Hay negligencia y corrupción de la policía que está encargada del controlar los recintos desde los cuales se planifican los nuevos plagios.
15) Si a eso agregamos que el Colegio de Profesores del Perú ha elegido a una dirigencia políticamente equivalente a la del sindicato magisterial SUTEP, la falta de una ley del empleo público que lo jerarquice y ordene, la desconfianza popular en la clase política lujuriosa y dispendiosa, la corrupción crónica, la falta de un poder judicial reformado que sea confiable, creíble y predecible, no queda más que preguntarse ¿se justifica que el presidente Toledo proclame que no le deja bombas de tiempo al presidente García?