Es notorio el desborde de los jóvenes escolares, especialmente del 5to. de secundaria cada vez son más transgresores, indisciplinados, rebeldes frente a las reglas escolares y apáticos hacia el estudio. Se limitan a sobrevivir la escuela cual impuesto a pagar para acceder a la universidad. Parecen estar vaciándose de todas aquellas actitudes que en el argot educativo denominamos «valores». Ocurre que el esfuerzo por formar éticamente y disciplinar a los jóvenes en los colegios deviene en inútil comparado con los permanentes vapuleos que ellos sufren por las transgresiones de las autoridades e instituciones nacionales que los dejan sin piso ético y legal alguno. Veamos algunas pinceladas.
1). El Congreso acaba de establecer que si bien el voto es obligatorio, se eliminan las sanciones legales a quien no vote (¿?).
2). Quien fuera la primera autoridad del Perú -Alberto Fujimori– pisotea las leyes de manera globalizada para intentar volver a la Presidencia, como aquella vez en la que impuso que 1+1+1=2 (re-re-elección). Para ello cuenta con la complicidad de autoridades políticas y policiales de Japón, México, Chile, Perú, Interpol, etc., cosa que una parte de los peruanos justifica y celebra. Apuestan a que lo logrará a pesar de la sanción congresal que le impide tentar un cargo público por diez años, corroborada por el JNE y el TC.
3). Las universidades han invadido los espacios escolares con los exámenes de ingreso anticipados, vaciando de sentido al 5to. año de secundaria, que ha quedado convertido en un hostal que sólo brinda alojamiento por horas a los jóvenes. Las universidades se marketean atropellando a la secundaria con el objetivo de capturar a sus alumnos, que serán sus clientes al menos por los próximos cinco años.
No les ha importado transgredir las normas que exigen esperar hasta terminar el colegio para iniciar el proceso de admisión (¿dónde está el M.Ed?). Así, cuando en toda América Latina se estudia 12 años de primaria y secundaria, en el Perú se han rebajado los once años a sólo diez, anulando el 5to. de secundaria. ¿Podrán esas universidades transgresoras y manipuladoras reclamar luego conductas éticas a los profesionales que egresen de ellas?
En suma, jóvenes abrumados por la falta de referentes éticos y legales inequívocos tenderán a esquivar las normas y alinearse con los transgresores más fuertes y audaces. En este contexto, ¿debe sorprender la indisciplina juvenil?