Con la finalidad de presionar a los profesores para que asistan a la evaluación censal, el ministerio de educación amarró la capacitación docente a la asistencia a la prueba censal. Al principio la capacitación se presentó como un premio a los que resultasen con mejores resultados en las evaluaciones. Luego se agregó que para concursar a una plaza o cargo a partir del 2007 el docente tendría que haber pasado por la capacitación, a la que tendrían derecho solamente quienes hubieran acudido a la evaluación censal. El resto de la historia ya es harto conocida. Más de 200 mil maestros nombrados y contratados han sido evaluados y hay una expectativa en todos de ser capacitados y con ello tener oportunidades de promoción y nombramiento. Sin embargo una mirada desde la lógica pedagógica educativa encuentra difícil de digerir estas cosas. Primero porque si se jerarquizara a los profesores, deberían ser los que salgan peor en la evaluación los que debieran acceder primero a la capacitación que este año solo estaría destinada a una parte de ellos. Segundo, porque la oferta de capacitar a unos 30,000 maestros semestralmente dejaría fuera este año a más de 150,000 profesores que asistieron a la prueba censal los cuales no solamente no recibirían el incentivo prometido sino que tampoco podrían acceder a las plazas que se abran solo para los capacitados. El ministerio de educación dispondría de 100 millones de soles para capacitar docentes a través de las universidades, mediante cursos de 220 horas: 160 presenciales, 10 a distancia y 50 de monitoreo, abarcando capacidades comunicacionales y lógico matemático, preparación teórica y práctica del currículo y especialización académica. Se desarrollarían los fines de semana y calzarían individualmente con las áreas débiles diagnosticadas por la evaluación en cada maestro. Esto cambiará muy poco las capacidades docentes de quienes tienen una historia de formación precaria y bajo desempeño docente. Abrir una capacitación docente de 220 horas a tal diversidad de temas, objetivos y situaciones individuales y además encargársela a las mismas universidades que no han podido formar buenos maestros en 5 años de carrera pedagógica, parece iluso. Debemos ser ambiciosos y audaces pero a la vez realistas y pragmáticos. Veamos. Los alumnos han sido evaluados varias veces en comprensión lectora y razonamiento lógico matemático mediante pruebas nacionales e internacionales. Los profesores ahora han sido evaluados en estas mismas áreas. Tenemos toda la información requerida para hacer una capacitación nacional de todos los profesores y colegios en estas dos áreas durante el año 2007. Además, todas las universidades tienen sistemas preuniversitarios en los que desarrollan las habilidades verbales y razonamiento lógico matemático de los postulantes, para lo cual ya tienen experiencia, materiales didácticos y profesores entrenados. Por si fuera poco, si el ministerio se dedicara solo a desarrollar esas dos habilidades en los docentes (y alumnos), su posibilidad de hacer campañas nacionales, promoción a través de medios de comunicación, producción editorial y distribución continua de materiales didácticos, concursos, involucrar a padres y municipios etc. crece enormemente a la vez que bajan los costos unitarios. Eso permitiría capacitar de inmediato y a lo largo del año a todos los profesores del Perú, y en la evaluación de noviembre 2007 verificar los avances. De paso, el ministerio de educación podría usar el año 2007 para planificar con más calma y con más información precisa su agenda del 2008-2011, que no parece tenerla clara y que tiene varias tareas pendientes a la luz de las promesas electorales y post electorales de Alan García, como la de la erradicación del analfabetismo. La promesa inicial de dar una capacitación de 220 horas a los profesores que obtuvieran los mejores resultados en la evaluación censal podría cumplirse de otra manera, ofreciéndoles adicionalmente a estos destacados maestros, un programa anual de muy alto nivel de 440 horas, cuyos egresados conformarían una red de docentes de vanguardia que visitarían los colegios para apoyarlos en sus capacitaciones internas entre los años 2008-2011. De este modo el ministerio de educación tendría identificados en todo el Perú a los profesores mejor preparados y luego de un riguroso curso teórico y práctico (que probablemente solo una parte aprobaría) tendría identificada una masa crítica de profesores que podrían convertirse en los capacitadotes de sus colegas. Podrían visitar todos los colegios con la finalidad de promover la discusión de los resultados de la evaluación censal de alumnos y profesores, y con ello impulsar el mejoramiento del equipo docente de cada colegio, “in situ”, en vez de que cada docente tenga que ir uno por uno individualmente a la universidad en la que le toca su capacitación. ¿No ganaríamos más con un esquema así?