El 5 de mayo del 2004 el Consejo Nacional de Educación (CNE) presentó al Foro del Acuerdo Nacional la propuesta de un “Pacto Social de Compromisos Recíprocos por la Educación 2004-2006”, que el AN asumió como propio, con lo que el CNE cumplió su primera gran tarea concertadora. A pesar de que en el corto plazo la implementación de este pacto es incierta, porque el Acuerdo Nacional aún no se caracteriza por su capacidad de cumplir con los compromisos asumidos, sin embargo para el mediano plazo, subsista o no el Acuerdo Nacional, este pacto será una fuente obligatoriamente citada por cuanto gobernante o ministro del sector quiera hacer alguna propuesta para sacar al Perú del atolladero educativo en el que se encuentra.

¿Qué es lo que dice este pacto? Que el gobierno central y los regionales, Congreso, ministerios, magisterio, medios de comunicación y otros actores relevantes, se comprometen a lograr en los próximos 12 años la alfabetización funcional de todos los peruanos que culminan su educación básica. Es decir, asegurarnos que sepan leer, escribir, comprender lo verbal, calcular, razonar con criterios lógico-matemáticos y reconocer el valor de vivir en democracia aprendiendo a ser ciudadanos desde pequeños.

Para ello se contará con una nueva “Carrera Pública Magisterial” y un escalafón de remuneraciones que tomará en cuenta méritos, capacitaciones, incentivos al buen desempeño y evaluaciones periódicas para asegurarse de que los directores y maestros más idóneos tengan a su cargo la educación de los peruanos. Todo lo anterior quedará reforzado por un sistema de rendición de cuentas y vigilancia ciudadana efectiva sobre los actos de corrupción en todos los ámbitos de la gestión educativa. No se puede educar desde la inmoralidad y la corrupción. Por último, se establece un compromiso para el financiamiento creciente de la educación en la medida de que lo anterior se ponga en marcha.

En un país de tan escasa institucionalidad, el Consejo Nacional de Educación merece un reconocimiento por su aporte para articular compromisos para este primer tramo del relanzamiento de nuestra educación, mientras sigue adelante en su tarea de ofrecerle al país una visión de la educación para el 2015 que le sirva de autopista a nuestros dos próximos gobiernos. Un reconocimiento, movilizador de otros, podría provenir de Valentín Paniagua, Alan García, Lourdes Flores y otros líderes políticos que podrían explicitar su respaldo público a este pacto.