Si el predictamen de la Comisión de Educación sobre la Carrera Pública Magisterial se convirtiese en ley, desvirtuaría el proyecto del ejecutivo y el SUTEP se reiría del ministro Chang.
1). Los maestros de probada incompetencia -que en la versión original hasta el martes gozaban de estabilidad laboral perpetua- ahora dejan la carrera docente recién luego de desaprobar tres evaluaciones de desempeño. Mientras, pese a su incompetencia, seguirán a cargo de sus aulas (?)
2). La evaluación de ingreso a la carrera se hace en la institución educativa que requiere cubrir una plaza, mediante una comisión evaluadora dominada por los representantes de los profesores, es decir, por el Sutep.
3). Los profesores nuevos no tendrán un período de inserción en su primera contratación que permita verlos en acción antes del nombramiento perpetuo. Para los que asciendan, solo un 50% del puntaje será por desempeño docente, pese a que ese debería ser un criterio definitivo. El otro 50%, antigüedad y temas burocráticos.
4). Se mantiene el absurdo monopolio para el ejercicio docente para los profesores titulados en los mayoritariamente mediocres institutos y facultades de educación. No hay cabida para los educadores sin título pedagógico así tengan maestrías y doctorados en educación. Tampoco se permite la docencia de profesionales de otras especialidades que se requieran para enseñar unas horas áreas como biología, química, física, sicología, economía, religión, etc. Los profesores con títulos docentes obtenidos en el extranjero, así sean países líderes en educación como Finlandia o Japón, deberán estudiar un año en una universidad peruana para revalidar sus títulos y colegiarse antes de poder enseñar en el Perú.
5). Se desprecia el rol del director. Si trabaja un turno ganará apenas 10% adicional al sueldo de maestro, perdiendo además 30 de los 60 días de vacaciones docentes. ¿Qué incentivo es ese? Por lo demás, el director no podrá gerenciar su institución, no tendrá veto para el ingreso de nuevos docentes ni podrá evaluar a sus docentes. Es más, su propio nombramiento y evaluación dependerán de dos profesores y un representante de la UGEL (además de un padre de familia), es decir, esencialmente del Sutep. ¿Podrá así el director ejercer alguna autoridad sobre los profesores de quienes depende su cargo?
6). Pese a estar en curso una experiencia descentralizadora piloto, los municipios no tienen una sola prerrogativa con relación a los profesores y directores. Ojalá los congresistas entiendan que esto no tiene sentido.