Cuba suele liderar los rankings de desempeño de los alumnos latinoamericanos en matemáticas y comunicaciones que emergen de las pruebas regionales que organiza Unesco. Así fue en 1997 y nuevamente en el 2007. Eso ha llevado a muchos a interesarse en su modelo e inclusive imaginar la posibilidad de replicarlo en otros países. Sin embargo, la experiencia educativa cubana no es replicable. Ella nació en el seno de la revolución comunista y se desarrolló en el contexto ideológico y político que ese país escogió. No es replicable en el Perú, como no lo es el modelo sueco, chino, ruso, alemán o finlandés. Lo qué sí se puede hacer es observar la experiencia, detectar sus fortalezas y preguntarse qué es lo que Perú puede aprender de esas experiencias a la hora de elaborar el modelo educativo peruano. En ese sentido, hay varias características de las cuales pueden aprender tanto el Sutep como el Ministerio de Educación (Ver las notas de una visita realizada por el Dr. Héctor Valdés, Director del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas de Cuba, al Instituto de Evaluación Educativa de la Universidad Católica del Uruguay http://www.ucu.edu.uy/Default.aspx?tabid=1262) Veamos algunas de esas características: 1). Las madres cubanas son atendidas en su salud durante el embarazo y junto con sus esposos participan del programa “educa a tu hijo” por medio del cual reciben orientación de los municipios para estimular a sus hijos con indicadores de logro esperados. 2). La jornada escolar es completa desde 1° hasta 9° grado, tanto para alumnos como para profesores, de 8:00am a 16:20pm, con almuerzo incluido. 3). No hay repitencia en primer grado para no dañar la autoestima de los niños y darles hasta dos años para completar el proceso de adquisición de la lectura y la escritura. La tasa de reprobación entre segundo y sexto de primaria es del 3% promedio. 4). Hay 20 alumnos por aula en primaria, 15 en secundaria básica (7°, 8° y 9°) –que es el nivel en el que se detectan mayores problemas de desempeño por parte de los alumnos- y 30 en el Bachillerato. 5). Un mismo maestro trabaja con el mismo grupo de niños de 1ero a 4to grado. En primaria y secundaria un único docente enseña todas las 12 asignaturas, apoyados por vídeos grabados por los mejores profesores de Cuba. En el presente se está iniciando un proceso de transición hacia un sistema intermedio de 3 o 4 docentes y áreas disciplinares. 6). Los estudios de pedagogía duran 5 años en los 17 Institutos Pedagógicos en los que se concentran los buenos formadores. El más grande tiene 50.000 estudiantes, los más chicos tienen 5.000. Esto significa que son pocas instituciones, con una importante acumulación de masa crítica y buenos formadores. 7). Cada maestro es visitado entre 8 y 12 veces en el año por un supervisor y es evaluado: Mal, Regular, Bien, Muy Bien, usando un instrumento de 50 indicadores comparables. Si sale “Mal” deja el aula y vuelve a la universidad. Si reincide, debe dedicarse a tareas administrativas, con menor remuneración. Si sale “Muy Bien” asciende a la categoría siguiente, o se mantiene en la más alta. Si es evaluado con “Regular”, desciende a la categoría anterior, o se mantiene en la más baja. Los resultados de las evaluaciones también tienen consecuencias en la remuneración. Existen tres grandes categorías salariales entre las que todos los docentes pueden cambiar cada año en función de la evaluación que recibieron. Si un docente es evaluado con “Muy Bien” asciende a la categoría siguiente, o se mantiene en la más alta si ya está en ella. Si un docente es evaluado con “Regular”, desciende a la categoría anterior, o se mantiene en la más baja si ya está en ella. Por tanto, todos los años se producen cambios. También existe un pago por antigüedad de modo que se pueda retener en la escuela a los maestros con trayectoria que han evidenciado ser muy buenos. Si un maestro no está conforme con la evaluación que se le hizo puede apelar ante el Director Municipal. 8). Las decisiones de política se apoyan en la investigación y estudios empíricos, y en la posterior medición de los efectos. En suma, ayuda notablemente contar con padres y maestros muy comprometidos y la existencia de un buen sistema de control profesional y social del maestro, que premie a los que hacen un buen trabajo y retire del aula a aquellos que no están a la altura del desempeño profesional esperable. Al final de cuentas, el sistema educativo existe para educar a los niños y ese debe ser el eje central de la evaluación de las acciones educativas de todos los demás protagonistas de la educación.