Correo 16 05 2014

La comunidad académica ha resuelto hace tiempo que hay que diferir el estudio de la gramática hasta el momento que los niños tienen una escritura solvente. A pesar de ello, sigue prevaleciendo en las aulas la exigencia de aprender las reglas de ortografía antes de aprender a escribir, a redactar y expresar las ideas. Veamos razones (“El método equivocado para enseñar gramática, y el más utilizado; Elconfidencial 27/02/2014)

Estudiar primero las reglas y hacer ejercicios de ortografía y gramática no solo son una pérdida de tiempo sino que frenan el desarrollo de las capacidades creativas, intelectuales y del pensamiento crítico de los menores. Para aprender a escribir hay que escribir y leer, de la misma manera que para aprender a montar bicicleta o algún deporte hay que practicarlo. Es preferible la redacción libre (activa) que los dictados (pasivos).No se trata solamente de adquirir una técnica correcta, sino de entender que la escritura es una forma de comunicación, exposición, presentación de ideas, que solo así va de la mano con el cultivo de la comprensión lectora. El énfasis en los dictados y las reglas gramaticales atentan contra la reflexión crítica y manifestación de opiniones durante los primeros años de escolarización, así como el aprendizaje desde los propios errores.

Asociar la escritura con la ortografía y la gramática la desconecta de la expresión de ideas o sentimientos. Es más, coarta la libertad de expresión de ideas por el temor a redactarlas mal.