14/03/2011 Universia Perú. Noticia : León Trahtemberg: Lo único insustituible en cualquier sistema educativo es el buen maestro

Para León Trahtemberg un buen sistema educativo debe velar por las buenas condiciones académicas y sociales de sus alumnos, pero también por la revaloración del maestro. Capacitarlo y brindarle las mejores condiciones para su desempeño serán tareas obligadas del próximo Gobierno.

Conocido educador, León Trahtemberg es una de las voces más autorizadas cuando de políticas públicas de educación se trata. A pocos días de elegir al nuevo presidente del Perú, Universia conversó con él para conocer más acerca de su visión de lo que debería hacer el próximo mandatario.

¿Cuáles son las principales medidas que debería tomar el nuevo presidente del Perú para mejorar el nivel de rendimiento de nuestros escolares en comprensión lectora y habilidades numéricas?

Lo único que es insustituible en cualquier sistema educativo es el buen maestro. Por lo tanto, todo lo que se haga bien por mejorar la formación y el desempeño de los profesores tendrá una relación directa con los aprendizajes de los alumnos. Junto con ello, hay que darles las mejores condiciones de educabilidad a los alumnos.
Es decir atenderlos desde que nacen y a lo largo de su desarrollo infantil con la base alimenticia, nutricional, médica, psicológica y de estimulación pre escolar para que cuando lleguen a la escuela puedan sacarle provecho a la escolaridad. En adición a lo anterior y específicamente en las áreas de comprensión lectora y habilidades numéricas, una de las principales fallas que hay que corregir es que no se da suficiente tiempo de actividad preparatoria manipulativa concreta antes de obligar al alumno a empezar a leer o a operar numéricamente, lo que produce rigidez, mecanización, memorización, frustración y sobre todo displacer frente al aprendizaje.

Alejandro Toledo ofrece en su Plan de Gobierno un “60% de niños y niñas con un nivel suficiente de lectura y matemáticas en Educación Básica”. Considerando las reformas ya impuestas en este Gobierno y sus resultados en la prueba PISA, ¿Se puede alcanzar el objetivo en sólo un quinquenio?

Debería precisarse de qué grados estamos hablando, ya que el Ministerio de Educación suele evaluar solamente el 2do grado de primaria que es el grado del cual se dan a conocer los resultados y sobre los cuales suelen opinar los analistas y políticos. Yo creo que si se focaliza el esfuerzo gubernamental en los tres temas que mencioné antes y se corren los objetivos de aprendizaje de los alumnos del 2do al 3er grado de primaria, en ese grado sí es posible alcanzar el objetivo. Pero para ello hay que cambiar de estrategias y de políticas educativas gubernamentales. Con las actuales no llegaríamos ni en 10 años.

Luis Castañeda propone implementar un calendario con un mínimo de 1100 horas efectivas de aprendizaje por año, como una de las medidas para asegurar la calidad de la educación. A su parecer, ¿cuáles deberían de ser los principales complementos (en el ámbito social y académico) de una reforma de este tipo?

La meta de llegar a las 1100 horas efectivas es la que actualmente ya tiene el ministerio de educación y se cumple en una parte de los colegios, especialmente urbanos. Plantearlo como meta para todo el país es poco ambicioso para las zonas urbanas, pero a la vez supone focalizar el esfuerzo de aumentar el tiempo de estudios en las zonas rurales y nativas, lo cual no va a ocurrir si no se usan otras estrategias para las zonas rurales. La reciente conferencia nacional que organizó Foro Educativo planteó una serie de opciones para mejorar la educación en esas zonas que deberían ser atendidas.

Sin duda en las zonas rurales la llegada de maestros a las escuelas y la asistencia masiva constante de alumnos a sus aulas depende de una serie de factores presupuestales, climatológicos, accesibilidad, cultura local, plazas docentes, calidad de docentes, vivienda magisterial en la comunidad, incentivos, articulación de colegios unidocentes en redes, vínculos con la producción, sistemas de asistencia a clases alternativos como las escuelas de alternancia, aporte de los institutos superiores pedagógicos, etc. que tienen que enfocarse casi escuela por escuela para atender todos los casos dentro de su diversidad.

Keiko propone crear un programa de becas en las mejores facultades de pedagogía del país para los preuniversitarios más destacados, a cambio de trabajar durante sus primeros años de profesionales en escuelas públicas. ¿Cree que sería una propuesta atractiva desde el punto de vista del becario, teniendo en cuenta el nivel y prestigio de la escuela pública en la actualidad?

El riesgo que existe con becar a alguien para una carrera específica cuando todavía no la estudió, incluyendo la carrera de pedagogía, es que en el camino desista, cambie de opción; o, inclusive en el caso que culmine sus estudios, nadie garantiza que será un buen profesor porque eso no se ve en las aulas universitarias. Creo que hay menos riesgo de desperdiciar los fondos de becas si se toma a profesores que ya están desempeñándose como tales y que evidencian tener méritos, y se les beca a ellos para que se especialicen en sus áreas de modo que al regresar a los colegios, a la par de su buen trabajo docente puedan convertirse además en los “capacitadores in situ” y continuos de todos sus propios colegas.