Gobierno peruano tuvo un manejo «muy malo» de la huelga de maestros

«Fue muy malo el manejo, escasa visión y operatividad política (e) inadecuados negociadores, a lo que se suma una marcada desarticulación entre el presidente [Pedro Pablo Kuczynski] y los ministros intervinientes de Trabajo, Educación e Interior», aseguró el especialista, magíster en Educación.

El Ministerio de Educación de Perú no supo manejar la huelga de 75 días que realizaron los maestros de ese país, dijo a Sputnik el educador y miembro del Consejo Nacional de Educación, León Trahtemberg.

Los escolares volvieron a clases el 4 de septiembre luego que los docentes decidieran levantar la huelga que habían empezado el 15 de junio en reclamo de mejores salarios y en rechazo a un proyecto de evaluación propuesto por el Gobierno. Los educadores tomaron esta decisión sin que hubiera nuevos ofrecimientos de las autoridades, luego que el 21 de agosto el Ministerio de Educación se retirara de las negociaciones tras varios días de intentos fallidos por alcanzar un acercamiento.

En las negociaciones participaron representantes del Ministerio, del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación del Perú y varios congresistas. Como consecuencia de la huelga, la ministra de Educación, Marilú Martens, está siendo interpelada en el Congreso este viernes.

La principal diferencia que impidió alcanzar un acuerdo es la evaluación de desempeño de los docentes, a la que los maestros se niegan. El Ministerio prevé implementar estas pruebas por primera vez este año.

La cartera de Estado evaluará a 5.653 docentes de educación inicial y aseguró que se compromete a realizar talleres sobre los criterios a utilizar para las pruebas. Por ese motivo «ningún docente rendirá la evaluación sin estar familiarizado con los instrumentos, criterios y metodología; el sentido de esta evaluación de desempeño es formativo, integral y no punitivo», aseguró el Ministerio en un comunicado difundido luego de anunciar el cese de las negociaciones.

Trahtemberg cree que «el desconocimiento de los maestros» sobre la evaluación, «su falta de participación en el diseño y la mala comunicación del Ministerio sobre esta propuesta generó mucha inseguridad e inestabilidad» en los docentes. Asimismo, agregó, existe «el temor de los maestros a perder la estabilidad laboral como consecuencia de la evaluación, lo cual es inaceptable para ellos, que dicen no oponerse a la evaluación, pero sí a sus consecuencias».

Trahtemberg explicó que según la iniciativa del Gobierno, si los docentes no aprueban en una primera instancia pasarán a una segunda, y en el caso que vuelvan a desaprobar tendrán una nueva capacitación. Si los docentes tampoco aprueban la tercera evaluación, deben retirarse de la carrera magisterial, agregó. «Los maestros «más flexibles» dicen que en ese caso aceptarían la salida de la carrera magisterial, pero manteniendo el sueldo; que les den una tarea administrativa fuera del aula, pero sin despido, una reconversión laboral obligatoria para el Estado», hecho no contemplado por el Gobierno, afirmó.

Acerca del nivel de los maestros peruanos, aseguró que a juzgar por el desempeño de los alumnos se podría afirmar que estos «no logran lo que se espera de ellos»; pero «¿es solo responsabilidad de los maestros como para calificarlos como de «bajo nivel»?», cuestionó. El especialista añadió que es el sistema educativo el que «no ha sido concebido por los sucesivos gobiernos para que los maestros tengan las capacidades para lograr que los alumnos aprendan lo esperado; son los gobernantes que hemos tenido (a) los que hay que considerar de bajo nivel».

Trahtemberg consideró que hay varios factores para que haya habido una huelga de 75 días: «la frustración acumulada en el tiempo por los bajos salarios y escasa valoración profesional, promesas y expectativas incumplidas, inseguridad laboral por posibles despedidos de fallar en evaluaciones, irritaciones por beneficios impagos pendientes», entre otros.

Un docente de 30 horas contratado en el nivel I magisterial ganaba 1.554 soles (482 dólares) y con el aumento de principio de año su salario subió a 1.780 soles (553 dólares).

Entre las mejoras que el Gobierno anunció a raíz de la huelga está la de que adelantará para noviembre el aumento a 2.000 soles (617 dólares) del piso salarial de todos los docentes contratados y nombrados con jornada laboral de 30 horas.

Educación en «espiral decreciente»

La educación en Perú «está en una espiral decreciente, agónica, iniciada hace unos 50 años cuando se expandió la cobertura educativa sin acompañarla de presupuestos que cuidaran la calidad», aseguró Trahtemberg, para quien esta situación «debilitó a universidades, maestros y alumnos», y «no cambiará con aumentos de sueldo ni con algunas normas administrativas». Para modificar la realidad de la educación en el país es «crucial dar el salto al siglo XXI y promover la innovación educativa en espacios escolares mucho más autónomos y autogestionarios», prosiguió, aunque se mostró escéptico respecto a que esto pueda ocurrir. «Los gobernantes aún imaginan a la escuela ideal como aquella que se consideraba prestigiada el siglo pasado, a la que quizá muchos de ellos asistieron y en las que les «cerraron la cabeza», expresó.

Para 2018 el Gobierno destinará 27.430 millones de soles (8.395 millones de dólares), en Educación, lo que supone 17,5% del presupuesto público total e implica un crecimiento de cinco% respecto a 2017. Sin embargo, Trahtemberg aseguró que el principal problema «no es el presupuesto, sino cómo se potencia la capacidad innovadora del sector; eso requiere mucha imaginación y liderazgo político, que es una de nuestras principales carencias».

Este viernes (8 Septiembre) los docentes realizarán un par de 24 horas mientras se realiza la interpelación a la ministra Martens.