Estudiantes suecos aplicados de secundaria que se aburren en sus colegios tienen ahora la oportunidad de estudiar solos los últimos grados de secundaria en sus casas, a partir de los 14 años de edad, asistiendo al colegio solamente una hora a la semana para ser orientados por sus profesores-tutores, con excelentes resultados. Esto lo detalla una nota periodística publicada en el diario británico The Independent (Free School, 1/12/2008, http://www.independent.co.uk/news/education/education-news/free-school-conservatives-eye-the-swedish-model-1042734.html) cuyo análisis recomiendo a nuestros lectores.

Estos estudiantes suecos asumen responsabilidad por sí solos para cumplir con sus obligaciones como estudiantes, y están liberados de asistir a las clases formales de la escuela pública (municipal) que tiene jornadas de estudios obligatorias desde las 8am hasta las 4 pm. Esto es factible en las 30 escuelas libres privadas experimentales autorizadas por el gobierno de Suecia para ofrecer la alternativa este tipo de servicio educativo, aunque como veremos seguidamente, es solo una de las varias opciones de educación privada gratuita que conviven con la educación estatal municipal igualmente gratuita.

Estas escuelas libres “Kunskapsskolan” creen en la posibilidad de diseñar planes personalizados de estudios para cada estudiante. Para cada alumno se establecen metas semanales de logros en encuentros de 15 minutos con cada tutor, que al final de la semana chequea y retroalimenta el trabajo fijando las metas para la semana siguiente.

Es cierto que este estilo de aprendizaje no es adaptable para cualquier estudiante, por eso es que el gobierno sueco ofrece vouchers (cheques con el monto del costo escolar) para que cada niño estudie gratuitamente en cualquiera de los colegios que están a su disposición, sean los privados independientes de Waldorf Steiner, Montessori, confesionales o sea en las tradicionales escuelas públicas (municipales) que enfatizan las bases académicas y la disciplina escolar. Eso les da mucho más libertad de elección a los padres y alumnos suecos. Los colegios por su parte se ven obligados a competir unos con otros por ofrecer un ambiente educativo de alta calidad para así atraer a más alumnos.

El costo anual por alumno varía de municipio a municipio entre 7,000 y 10,000 dólares. Para hacer la matrícula equitativa los alumnos son aceptados en cada colegio por orden de llegada, para que no haya selectividad adicional.

Hay críticas de parte de ciertos sectores políticos y sociales por su resistencia a aceptar que dineros públicos pasen a manos privadas por estos servicios tercerizados que generan utilidades privadas. De hecho los 60 mayores proveedores de servicios educativos privados ya han acumulado ganancias por mil millones de coronas (1160 millones de dólares).

Los estudios de la Agencia Nacional de Educación de Suecia muestran una suerte de segregación a favor de los alumnos que asisten a estas escuelas independientes privadas, ya que los padres mejor educados tienden a elegir para sus hijos estas escuelas independientes o libres, por lo que no sorprende que los egresados de estos colegios tengan mejores resultados en sus desempeños que los de las escuelas públicas municipales. Sin embargo las razones de esta ventaja en los resultados también tienen que ver con el menor tamaño de los colegios privados (600 en escuelas libres versus 1500 en las públicas municipales) la atención más personalizada y la diferenciación natural entre alumnos más hábiles que son capaces de estudiar en el sistema de la escuela libre y que la escogen para su comodidad, versus los más débiles, dependientes, menos disciplinados y estudiosos que siguen siendo ubicados en la escuela pública tradicional.

¿No sería interesante poner a prueba una opción de este tipo también en el Perú, con las adaptaciones propias de nuestra realidad? Si somos conscientes que no se puede reformar radicalmente la educación pública de todos los jóvenes en el corto plazo, al menos podemos crear una oportunidad para los más talentosos que estudiando gratuitamente bajo otro modelo de gestión y pedagogía, puedan avanzar mucho más que con los sistemas tradicionales con los que contamos. Eso no perjudica a ningún asistente a la escuela pública.

Simplemente le da una opción adicional a los alumnos más estudiosos e independientes. Se respeta el principio de la gratuidad y la igualdad de oportunidades para todos los que quieran inscribirse en una escuela libre de este estilo, siempre que en su pasado escolar hayan demostrado capacidades para el autoestudio. ¿Porqué no intentarlo?