HUMALA OLVIDÓ LAS DISCULPAS por León Trahtemberg
Hizo bien el presidente Ollanta Humala en empezar su discurso aludiendo a la inclusión social, lucha contra la pobreza, y las expectativas al 2016 en logros en los sectores sociales. Los presidentes anteriores empezaban hablando de las consideraciones y logros económicos, trasluciendo su sentir de que ese era el fin último de su gobierno. En cuanto a educación, exhibió como logro principal haber otorgado 4,000 de las 25,000 becas nacionales (que también serán internacionales) previstas para Beca 18. Sin embargo, pateó para adelante cualquier anuncio de cambios en la CPM y aumentos de sueldos, al plantear que eso se vería en un proyecto de Ley de Desarrollo Docente que tendrá que discutir y aprobar el Congreso (seguramente para ejecutarse el próximo año, lo que no asegura que se calmen las aguas magisteriales).
Algo crucial faltó. El presidente Ollanta Humala no parece haber entendido que su giro del plan de gobierno de la 1era vuelta “La Gran Transformación” (que le permitió llegar y con ello competir y ganar la 2da vuelta) hacia el plan “Hoja de Ruta”, dejó 35% de seguidores y electores resentidos, muchos de los cuales son muy activos en los conflictos sociales repartidos por el país. Tampoco ha entendido que el hecho que él haya decidido cambiar de plan y estrategia no significa que lo congresistas electos en 1era vuelta y sus electores de esa 1era vuelta también lo hagan automáticamente. Eso se podría lograr dando una explicación sentida y razonable del cambio, pidiendo las disculpas por las frustraciones ocasionadas y pidiendo confianza en que el camino elegido les traerá bienestar.
Los agravios no se curan ignorándolos y volteando la página haciendo de cuenta que tal cosa no existió, sino pidiendo disculpas. Los resentimientos no se curan en silencio, sin gestos y reparaciones. Eso lo sabe cualquier padre o madre de familia o maestro que hirió a su pareja, hijo o alumno y quiere restablecer un buen vínculo; pero aún no lo sabe nuestro presidente.