Correo 26 05 2017

Desde que empiezan a hablar, hacia los 2 años de edad, los niños preguntan insaciablemente el porqué de las cosas. La curiosidad los mantiene enfocados, interesados, observantes, motivados por saber cómo funciona el mundo. Sin embargo muy tempranamente, empezamos a poner freno a su curiosidad. Padres y maestros en vez de alentar a que los alumnos pregunten ¿por qué? y ensayar con ellos algunas explicaciones tienden a dar respuestas cerradas y cortantes, y a la vez los van convirtiendo en contestadores de preguntas que les hacen los adultos, siguiendo los formularios escolares.

Resulta interesante traer a colación la investigación que en 1968 inició George Land usando pruebas de creatividad con niños de 5 años, que contenían los mismos elementos que los tests que la NASA había utilizado para seleccionar ingenieros innovadores. Encontró que 98% de los niños de 5 años consiguieron en sus tests puntuaciones de creatividad que alcanzaba los niveles de los genios. El mismo test probado en personas de diferentes edades ya mostró que solo el 30% de los niños de 10 años demostró ese nivel de creatividad, así como el 12% en niños de 15 años, y solamente un 2% de los 280.000 adultos que se sometieron al test.

Según Beth Jarman (“Breakpoint and Beyond”) el comportamiento “no-creativo” es aprendido, Con el paso de los años la genialidad infantil va siendo apagada debido a los hábitos y rutinas aprendidas, que lavan el cerebro encerrándolo en paradigmas anclados en el status quo.

Es mala señal entrar en clase y encontrar que los alumnos estresados no preguntan el porqué de las cosas.

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¿Y si estamos ahogando la sed de aprender de los niños con un bombardeo de estímulos? Los incentivos externos saturan los sentidos, empachan y anestesian la capacidad de saborear lo lento de lo ordinario CATHERINE L’ECUYER «¿Dónde marchitó aquel asombro? ¿Y si la sed de aprender se hubiera ahogado en un océano de información sin sentido, en un bombardeo de estímulos externos compuestos por ruidos, contenidos y horarios que no respetan el orden interior de los niños, y por qué no decirlo también, de nosotros sus padres? Para que la sed sea sostenible, es preciso dejar beber poco a poco a la persona de una fuente que se ajuste a sus necesidades reales. ¿Hay que sorprenderse si uno se ahoga intentando tomar un sorbo de una boca de incendio? El asombro es lento, saborea la realidad a la que se acerca por primera vez, o como si fuera por primera vez. En cambio, los estímulos externos que saturan los sentidos empachan, embotan, anestesian el deseo, la sensibilidad y la capacidad de saborear la dimensión estética y lo lento de lo ordinario».

Editorial corto y preciso. The real purpose of education. The UAE education system, like many other education systems, is reliant on end-of-school exams to determine student success. And so, instead of viewing education as an end in itself, students study mainly to get decent exam results and move to the next level. The inevitable result of such a mentality is that many graduates – even those who perform well in exams – may not be ready to face life’s practical challenges. And the subjects they were made to learn because of the fixed curriculum may seem useless after graduation. As American cultural anthropologist Margaret Mead said: «Children must be taught how to think, not what to think.»

La educación se ha roto. Hemos enseñado a la gente de la misma forma durante los últimos 100 años y, como hemos crecido en ese sistema, creemos que es normal, pero es una locura.Enseñamos en las escuelas lo que los colonialistas ingleses querían que aprendiese la gente: matemáticas básicas para poder hacer cálculo, literatura inglesa… Hoy no tiene sentido. Tenemos que enseñar herramientas que ayuden a las personas a tener una vida gratificante, agradable y que les llene

En el futuro, si quieres un trabajo, debes ser tan diferente de una máquina como sea posible: creativo, crítico y socialmente experto. Entonces, ¿por qué se les enseña a los niños a comportarse como máquinas? Los niños aprenden mejor cuando la enseñanza se alinea con su exuberancia natural, energía y curiosidad. Entonces, ¿por qué son arrastrados en filas y hechos para quedarse quietos mientras están llenos de hechos? Tenemos éxito en la adultez a través de la colaboración. Entonces, ¿por qué la colaboración en las pruebas y exámenes se llama trampa? Los gobiernos afirman querer reducir el número de niños excluidos de la escuela. Entonces, ¿por qué sus currículos y pruebas son tan estrechos que alienan a cualquier niño cuya mente no funciona de una manera particular? Los mejores maestros usan su carácter, creatividad e inspiración para provocar el instinto de aprender de los niños. Entonces, ¿por qué el carácter, la creatividad y la inspiración son suprimidos por un régimen sofocante de microgestión? Los profesores ahora están dejando la profesión masivamente con lo que se pierde lo invertido en su fromación, en carreras destruidas por el exceso de trabajo y un régimen de trituración espiritual que trae la estandarización, las pruebas y el control de arriba hacia abajo. Cuanta menos autonomía se les conceda, más se les culpa por los fracasos del sistema. Nuestras escuelas enseñan habilidades que no sólo son redundantes sino contraproducentes. Nuestros niños sufren este sistema deshumanizante para nada.

El colegio sin ordenadores ni pantallas donde estudian los hijos de los empleados de Silicon Valley La mayoría de los hijos de empleados de las grandes empresas tecnológicas de Silicon Valley estudian en colegios sin ordenadores ni dispositivos electrónicos, con papel, tiza, lápices y materiales básicos como únicas herramientas. ¿En casa del herrero, cuchara de palo? (Van intencionalmente a contracorriente con la tecnologización de la escuela pública de la mayoría de los países del mundo occidental que está apostando en los últimos años por realizar grandes inversiones en ordenadores en las aulas, tabletas y pizarras electrónicas, e incluso, por eliminar materias como la escritura)