El primer ministro Jorge del Castillo anunció al Congreso que del 9.6% de los alumnos de 6to grado que son los pocos que actualmente entienden bien lo que leen y tienen un manejo básico de las matemáticas, pasaremos al 20% en el 2011. Dicho en otros términos, el 90% de los egresados de primaria actual y el 80% en el 2011 no estarán en condiciones de aprovechar la secundaria, pese a que en los seis años de primaria habrán estudiado al menos 1,000 horas de Lenguaje y 1,000 de Matemática. Siendo así, habría que preguntarse: ¿qué sentido tiene para ese 80 o 90% entrar a la secundaria si ni entienden bien lo que leen ni dominan la aritmética básica?
Llama mucho la atención que pese al dramatismo de estas cifras, el gobierno se haya propuesto como su mayor meta bajar el analfabetismo de 11% a 4% (Alan García había dicho que se bajaría a cero), la mayoría de los cuales son mayores de 30 años, rurales, mujeres, pocos hablan castellano y generalmente son residentes de lugares muy apartados a los que difícilmente los ocasionales promotores de alfabetización podrán llegar. ¿No hubiera tenido más sentido que la gran meta nacional hubiera sido que no se generen nuevos analfabetos? Para ello bastaría alinearse con el CNE, que propone bajar drásticamente la desnutrición crónica de menores de cinco años, universalizar la estimulación temprana y la educación inicial formal (al menos la de 3 a 5 años) y universalizar la atención médica gratuita a todos los infantes y niños.
Eso les daría a los niños la educabilidad necesaria para sacarle provecho a la escolaridad. Sin embargo, el gobierno se ha mostrado muy poco ambicioso. Propone elevar la cobertura de la educación inicial de 65% a apenas 69% en cinco años. Propone reducir la desnutrición infantil crónica de menores de cinco años de 24% a apenas 19%, permitiendo que año a año se sumen 115,000 niños nuevos al ejército de los desnutridos crónicos, que serán inválidos intelectuales condenados al fracaso escolar.
¿Qué sentido tienen las enormes inversiones, donaciones mineras, ahorros por austeridad, etc. para que los peruanos más indefensos sigan naciendo y criándose desamparados por el Estado? ¿Qué pasó con el gran objetivo social aprista de hacer un gobierno que le dé una opción de vida digna a los peruanos, especialmente a los más pobres y excluidos?