El Tiempo, Piura 07 02 2015

Organismos internacionales, consultores mundiales, autores de PISA y otras pruebas internacionales continuamente hacen una serie de señalamientos respecto a lo que es la buena docencia que garantiza el aprendizaje de los alumnos, pero la verdad es que cómo lograrla sigue siendo un misterio y una actividad fuertemente influida por el contexto cultural, social, económico, político y tecnológico no solo de cada país sino inclusive de cada colegio.

Un estudio sobre lo que caracteriza una excelente enseñanza realizado recientemente por Sutton Trust y la Universidad de Durham aporta hallazgos en la misma dirección. Observa que miles de escuelas y profesores siguen utilizando métodos que producen poca o ninguna mejora en el progreso de los estudiantes. Otros basan su docencia en evidencia anecdótica que apoya algunas técnicas de moda como el “aprendizaje por descubrimiento” en el que los alumnos tienen que descubrir las ideas claves de un tema por sí mismos. Otros reivindican el respeto a los “estilos de aprendizaje» individuales. Los defensores de los estilos más tradicionales apuestan por recompensar el esfuerzo, el uso eficiente del tiempo de clase y mantener estrictas reglas de conducta. Sin embargo los autores del estudio sostienen que la evaluación de la enseñanza eficaz es muy difícil, porque saber exactamente cómo los alumnos aprenden sigue siendo un tema misterioso por lo que hay que ser cautelosos al juzgar la calidad de la enseñanza.

La evidencia recogida por los autores rechaza el uso de “niveles” en los que se agrupa a los alumnos en diferentes clases según su capacidad. A pesar de ser muy popular, no hay evidencia de que eso mejore el rendimiento. Suele ocurrir que en los grupos más altos los profesores avancen uniformemente muy rápido y en los grupos bajos uniformemente muy despacio, pero anulando las ventajas de una enseñanza capaz de diferenciar a los alumnos dentro de una misma clase.

Lo que parece funcionar mejor es tener profesores que tienen claro los objetivos de la enseñanza y se apoyan en estrategias diversas en función del seguimiento y evaluación individual de cada alumno. En suma, las fórmulas exitosas siguen dependiendo de cómo es cada maestro.
(What makes great teaching? Review of the underpinning research; Coe, Aloisi, Higgins and Lee Elliot Major; October 2014)