Ocho misioneros cooperantes extranjeros están siendo juzgados en Kabul-Afganistán acusados de predicar el cristianismo, y podrían ser ahorcados de acuerdo a la ley islámica; sin embargo la Tercera Conferencia Mundial contra el Racismo, Discriminación Racial, Xenofobia e Intolerancia realizada en Durban-Sud Africa a principios de septiembre dedicó sus mayores esfuerzos para acusar a Israel de intolerancia y xenofobia.
Los 21 países de la Liga Árabe son dictaduras monárquicas, civiles o militares, causantes de decenas de genocidios contra los kurdos y asirios en Irak, los kurdos y drusos en Siria, los negros no musulmanes en Sudán, los coptos en Egipto, los cristianos en Libia, los berberiscos en Argelia, sin embargo la Tercera Conferencia Mundial solo pretendía acusar a Israel de racismo, xenofobia y discriminación contra los palestinos.
La Cuba del longevo dictador Castro y la China de Tiananmen, ambos con sus miles de presos políticos, acusan a Israel de violar los derechos palestinos. África Occidental, donde doscientos mil niños entre 5 y 14 años son esclavizados anualmente, se permite atacar al sionismo liberador que dio origen a Israel.
Así, una conferencia que intentaba celebrar la tolerancia y diversidad se degradó convirtiéndose en un escenario de odio, dejando más heridas abiertas que las que habían antes. Los asistentes se pasaron días buscando las palabras inocuas que en el texto final ocultaran la dominante hostilidad anti-israelí de los árabes, comunistas y africanos. Al final de 9 días, ante el retiro de EE.UU. e Israel y la advertencia de hacer lo propio por parte de los países europeos si se tomaba partido por una de las partes en conflicto, se adoptó un texto basado en la propuesta sudafricana que reconoce el Holocausto y condena el anti-semitismo y la islamofobia y además expresa preocupación por los sufrimientos palestinos ante la ocupación extranjera, sin mencionar ligarlo con el racismo ni mencionar el sionismo ni a Israel.
Sin embargo eso no borra las escenas tragicómicas de africanos unidos a los árabes condenando el racismo israelí. Esos eran los países en los que por centurias los árabes fueron los traficantes de esclavos que secuestraban africanos durante las guerras tribales vendiéndolos a los blancos para transportarlos a América. Lo más paradójico es que si hay un pueblo que puede reclamar haber sido víctima del racismo, con el trasfondo de los pogroms en Europa Oriental, el Holocausto nazi y los gritos árabes «Itbach al-Yahud!» (eliminemos a los judíos), ese es precisamente el de Israel.
¿Porqué más allá de la hostilidad política reconocible en los países árabes contra Israel, los países africanos y cientos de ONGs atacaron al sionismo? Por un lado obviamente porque dependen del financiamiento árabe y hicieron eco a su deseo de deslegitimizar, y por tanto destruir al Estado de Israel. Junto con ello buscaron que reducir el apoyo político que los países democráticos de occidente le proveen a Israel, que son concientes que la democracia israelí tiene años luz de ventaja frente a las dictaduras monárquicas o militares que imperan en los países árabes y la mayoría de africanos.

Sin embargo, no deja de sorprender la participación de la mayoría de los países africanos en esta campaña anti israelí. Parece ser que el hecho que las ex colonias se convirtieran en estados casi al mismo tiempo de Israel pero que hayan fracasado en convertirse en verdaderas democracias se constituye en un poderoso motivo. Son dictaduras donde prevalece el hambre y los conflictos tribales y las guerras con los vecinos, que miran con mucha envidia los logros de Israel. Una vez más se ataca a quien representa el éxito para aminorar las culpas de quienes están en falta.
Tampoco puede pasar por alto el hecho que la conferencia fuera dominada por los árabes liderados por el Jefe de la Autoridad Palestina Yasser Arafat, que supuestamente es el socio de Israel en los diálogos de paz, porque eso deja poco espacio para el optimismo para las negociaciones entre árabes e israelíes, cuando menos en el corto y mediano plazos. Dicho sea de paso, esta es la ONU que quiere enviar observadores internacionales “neutros” a observar la conducta israelí en los territorios en disputa.
Lo único que está logrando Koffi Anan al organizar de esta manera estos eventos es anular a la ONU como escenario de conciliación universal. Actuar discriminatoriamente contra Israel en nombre de la lucha contra la discriminación y el racismo tiene poco sentido.