A cualquier edad la motivación del estudiante es un factor clave para el aprendizaje, por eso resulta importante entender porqué tan frecuentemente en los adolescentes desciende la motivación y con ella el desempeño escolar, especialmente al pasar de primaria a secundaria. Hay quienes piensan que esta decadencia es causada principalmente por los cambios psicológicos y fisiológicos asociados con la pubertad, mientras que otros sostienen que es causada por las características desfavorables del ambiente de aprendizaje en los colegios secundarios. Al respecto los especialistas Lynley Hicks Anderman – Carol Midgley han sistematizado algunos hallazgos de la investigación y recomendaciones para los profesores. (ERIC Digest, internet, ED432410, Julio 1999)

Un primer factor que influye en la motivación estudiantil es la propia historia escolar. Cuando los estudiantes acumulan experiencias de fracaso en la escuela, es difícil que quieran persistir en el intento de tener éxito. Ellos tienden a creer que su bajo desempeño se debe a factores que están fuera de su control y no le encuentran sentido a desear mejorar. En contraste, si los estudiantes atribuyesen su bajo desempeño a la falta de una habilidad importante recuperable, serían más propensos a persistir en el futuro (teoría de la atribución). La recomendación para los profesores es que informen a los alumnos sobre cómo superar sus debilidades ya que así podrán influir en la construcción de una autoimagen positiva como estudiantes.
Un segundo factor es la percepción de los alumnos sobre el propósito de sus logros (teoría del objetivo). Una posibilidad es que crean que el propósito de los logros es mejoramiento y entendimiento personal. La otra que crean que el propósito de sus logros es la demostración de sus habilidades (o el encubrimiento de la falta de habilidades). Estudios recientes sugieren que las políticas y prácticas en los salones de clase pueden influir favorablemente sugiriendo los siguientes cambios:
2).Girar de las competencias y debates entre estudiantes en las que unos ganan y otros pierden, hacia el aprendizaje cooperativo;
3).Girar de la utilización de los datos de los exámenes como base de comparación hacia su utilización para diagnósticos;
4).Girar de las calificaciones normativas y la publicación de notas hacia calificar por progreso o mejoramiento, involucrando a los estudiantes en la determinación de la nota;
5).Girar del reconocimiento del desempeño relativo, cuadros de honor por notas altas y uso excesivo de alabanzas (especialmente para tareas fáciles) hacia el reconocimiento del mejoramiento progresivo y el énfasis en aprendizajes por propia motivación;
6).Girar de las decisiones tomadas exclusivamente por los administradores y profesores hacia decisiones en las que participen los alumnos (horarios, rol de exámenes, control de disciplina, etc);
7).Girar del enfoque de currículo multidisciplinario al currículo interdisciplinario, con enfoques temáticos;
8).Girar de la consideración de los errores como fallas o fracasos, hacia su uso como parte del aprendizaje, permitiendo a los estudiantes rehacer trabajos, motivando además a los estudiantes a tomar riesgos académicos;
9).Girar del aprendizaje repetitivo y memorístico con uso excesivo de hojas de trabajo, libros y hechos descontextualizados, hacia la creación de retos, trabajo complejo para los estudiantes, asignación de tareas que enriquecen, y estímulo en la resolución y comprensión de problemas;
Dentro del salón de clases, esta necesidad de autonomía puede practicarse dando algunas opciones a los estudiantes para que participen en la toma de decisiones de la clase y tengan cierto control sobre sus actividades como por ejemplo escoger los compañeros de trabajo, elegir la forma de presentación de un trabajo. En contraste, el uso de premios externos, la imposición de fechas límite y el énfasis en evaluaciones degrada el sentimiento de propia determinación y disminuye la automotivación. Desafortunadamente parece ser que hay más oportunidades de ser autónomos en la primaria que en la secundaria.

 

1).Girar de las agrupación de alumnos por habilidades y el uso excesivo de exámenes estandarizados, hacia agrupaciones por temas de interés que respeten las preferencias de los estudiantes;

Un tercer factor comprende las necesidades de los estudiantes de ser competentes para lograr los resultados deseados, capaces de relacionarse positivamente con los demás, y ser autónomos para iniciar y regular las propias acciones. (teoría de la propia determinación).

REFLEXIÓN

Los profesores de secundaria enseñan a muchos estudiantes en un mismo día y pasan poco tiempo con cada uno. Por tanto, dados esos contactos tan breves, podría subestimarse la influencia que puede tener la forma de enseñanza de cada profesor en cada alumno en particular. Sin embargo, los profesores deben saber que para cada alumno, el impacto del profesor es único y diferenciado, y puede establecer la diferencia entre querer o no querer estudiar su materia.

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