En Francia, Segolene Royal ganó la nominación presidencial socialista para el 2007. En EEUU son presidenciables para el 2008 las congresistas Hillary Clinton y Nancy Pelosi. En Chile, Michelle Bachelet ganó la Presidencia. Curiosamente en el Perú se ha producido un retroceso en el liderazgo político. Lourdes Flores se quedó en la puerta del horno ante dos varones y en las recientes elecciones regionales y municipales las mujeres no ganaron ni una presidencia regional y apenas unas pocas alcaldías en poblaciones pequeñas. Además, sólo hay seis de las ocho ministras prometidas. Urge recuperar a las mujeres para el nuevo liderazgo político y social que el país requiere. Antiguamente las mujeres se encargaban de la crianza de los niños y el cuidado de los ancianos en el hogar.

No sorprende que aún en estos tiempos lideresas exitosas como las aludidas hayan tenido como principal actividad pública y política la salud, educación, alimentación infantil y el cuidado de los ancianos. Antiguamente los hombres eran responsables de ser los proveedores económicos del hogar, por lo que muchos han heredado para su actividad política contemporánea la predilección por temas que se resuelven fuera del hogar, como economía, empleo, defensa, fuerzas armadas, relaciones exteriores, etc.

Curiosamente Alan García lo repartió a la inversa de lo habitual. Las mujeres fueron a Comercio Exterior, Policía, Trabajo, Transportes, Justicia, y los varones a sectores sociales claves como Educación y Salud, exceptuando a Virginia Borra en el Ministerio de la Mujer. Hasta Pilar Nores dejó el tema de la infancia por “Sembrando”. No es bueno que se pierda de vista que si hombres y mujeres tienen competencias similares y capacidades complementarias para los quehaceres públicos y políticos, también deben haber mujeres en roles de liderazgo en los sectores sociales, como ocurre en los países desarrollados. Eso aseguraría una mayor sensibilidad y mejor atención a la infancia y sus requerimientos de nutrición, salud, educación, alimentación y el cuidado de enfermos y ancianos. Sería interesante que Alan García nombrase a una mujer en la jefatura de la autoridad nacional responsable de las acciones descentralizadas por la infancia, que habrá de interactuar con los alcaldes (99% varones) y otras autoridades y funcionarios. Inclusive podría convenir que Pilar Nores delegue “Sembrando” y recupere el auspicio a la infancia, que aún no tiene padrino o madrina de peso que la pongan en la agenda.