Para el especialista León Trahtemberg el discurso presidencial ha sido una oportunidad perdida en cuanto a educación. Precisa que el jefe de Estado sólo le dedicó tres minutos al tema educativo no obstante que desea ser recordado como “el presidente de la educación”. Asimismo, señala que el Perú está a la cola de los sistemas educativos en América Latina y que el gobierno carece de un proyecto al respecto. Aquí sus reveladoras declaraciones.

Durante el discurso presidencial se enumeró una serie de logros y se resaltó el plan Huascarán. ¿Qué comentario le merece?
-Se habla del plan Huascarán como si fuera obvio para todos que es un programa debidamente definido y validado. Ese proyecto tiene enormes debilidades de concepción y corre el riesgo de convertirse en una pérdida de tiempo y dinero.
No hay evidencias científicas contundentes que aseguren que los alumnos peruanos aprenderán mejor matemáticas y lenguaje gracias al Huascarán. Lo que sí hay son evidencias internacionales de que acceder a internet pone a los niños y jóvenes en la onda del mundo globalizado, que es otra cosa.
Allí hay que poner el énfasis.

-¿Cuál sería, entonces, el sentido del llamado plan Huascarán?
-El plan Huascarán debería olvidarse por ahora del costoso y dudoso componente pedagógico y dedicarse agresivamente a darle a todos los peruanos acceso a internet en los próximos tres años. Ese sí sería un avance notable, mucho más poderoso y rápido que el de darle acceso a internet a sólo mil colegios anuals a los que se les quiere dotar de complicadas propuestas pedagógicas. (¿Qué hará el restantes 49,000 colegios mientras?)

-¿Se puede decir que la administración actual tiene un proyecto educativo?
-No hay proyecto coherente. Hay títulos, clichés y discursos. La nueva secundaria es una ficción basada en un cambio curricular confuso; la educación para el trabajo hace tiempo que pasó de moda porque nadie emplea a egresados de secundaria salvo para trabajos muy precarios; el programa de educación rural no tiene ninguna posibilidad de éxito sin maestros capaces de hacer un trabajo superior. Se ha nombrado a 23,000 profesores pese a que han salido desaprobados en las pruebas que el propio ministerio elaboró, y finalmente del 100% de aumento de sueldos prometido al magisterio, en un año sólo se aumentó 6%. ¿Cuál es el cambio integral que supuestamente se ha iniciado?

-¿Qué hacer con la carrera docente en la escuela pública?
-Mientras no haya una renovación docente en serio, nada cambiará, así les aumenten el sueldo. Yo vengo proponiendo desde el CADE 2000 una fórmula que permitiría iniciar la renovación docente en el Perú. En lugar de botar el poco dinero disponible en capacitaciones masivas vacacionales que no sirven para mucho, propongo escoger a los 2,000 mejores maestros de la escuela pública y darles licencia con goce de haberes por un año escolar para hacerlos estudiar a un altísimo nivel, con los mejores educadores del Perú y la región. Al cabo de un año, los 500 que aprueben esa especialización se convertirían en la vanguardia de la nueva generación de líderes educacionales que el Perú necesita, capaces de ocupar las plazas en el ministerio, USE, institutos pedagógicos y escuelas públicas.

-¿Por qué los gobiernos y los partidos no pueden formular una promesa educativa?
-El ABC de la educación establece que el líder (maestro, padre o presidente) debe encarnar los valores que predica para que éstos sean interiorizados por quienes se están educando. Ninguno de los presidentes que yo recuerde ha podido formular una promesa educativa seria y sólo se han dedicado a manipularla como objeto de propaganda política…

-¿Algo así ha sucedido con el reciente mensaje presidencial?
-En su discurso, el presidente Toledo nos ha criticado y culpado a los peruanos por no entender sus mensajes. ¿Esa es una autocrítica? ¿decir que somos tontos porque no entendemos lo que el gobierno trata de hacer?
Yo entiendo la autocrítica como un reconocimiento de los errores del gobierno, y no de sus interlocutores. Esa autocrítica no se ha hecho debidamente.
Por otro lado, ¿cómo se puede hablar de educación sin mencionar el tema de Zaraí, sin disculparse por la promesa irrealizable de duplicar el sueldo a los profesores, o de llegar al 6% del PBI para educación a razón de 0.25% por año?

-Los déficits en la reforma educativa ¿qué significan en cuanto atraso y subdesarrollo con respecto a otros países de América Latina?
-Perú es uno de los coleros indiscutibles en América Latina. Si colocáramos a los 200 países del mundo en una escala del 1 al 200, yo calculo que Perú debería estar en el puesto 170. Si todo lo que prometió Toledo se cumpliese subiríamos quizá al 140. (¿Esa es la revolución educativa que nos sacará de la postración unversal?)