Está claro para el gobierno que para reformar la educación peruana será inevitable un enfrentamiento con el Sutep, con huelgas de por medio. También es evidente el continuo debilitamiento del SUTEP-Patria Roja. Al creciente rechazo al liderazgo del SUTEP-PR por parte de las bases de Sutep Democrático (Caro), Sutep Clasista (Huaynalaya), MDM (Martínez), de la mano con la exigencia de las bases para elegir a sus dirigentes mediante votación directa en el esquema “un maestro un voto” vigilado por la ONPE, se suma la derrota de Soledad Lozano al decanato del Colegio de Profesores, etc. En ese contexto, a cuatro días de las elecciones regionales y municipales la dirigencia del SUTEP convocó a un paro de protesta el 15 de noviembre contra el plan piloto de la municipalización de la educación, que era evidentemente político. Su razonamiento es el siguiente: el gobierno transfiere la educación pública que anda muy mal a los municipios, donde le irá peor, produciendo un clamor popular para un cambio radical que llevaría al gobierno a provocar su privatización. De paso, el SUTEP nacional quedaría atomizado en cientos de SUTE municipales, lo que impedirá una plataforma reivindicativa nacional manejada por la dirigencia nacional del SUTEP-Patria Roja. La protesta también se dirige contra la evaluación docente señalada para diciembre y que el gobierno sostiene que no es punitiva. Sin embargo, el Presidente ha dicho que detectadas las debilidades de los maestros se programarán las capacitaciones en el 2007 con nuevas evaluaciones y, sólo entonces, los profesores desaprobados deberían dejar su cargo. O sea que en esencia sí tiene perspectivas para ser punitiva para los incompetentes, cosa que para el SUTEP es inaceptable. Difícilmente aceptarán que un maestro pierda su estabilidad laboral perpetua como consecuencia de alguna evaluación de su calidad docente. Podrían negarse a asistir a la evaluación de diciembre, por lo que el gobierno ya ha anunciado incentivos a los asistentes. García replicó anunciando que las Apafa participarían en la evaluación docente y en la ejecución y fiscalización de las obras de infraestructura financiadas por el Estado. Era un llamado a la alianza gobierno-padres que enfrenten al SUTEP ante cualquier futura propuesta de reforma. En suma, este paro fue sólo un primer round de muchos otros más fuertes, uno de los cuales corresponderá al debate de la evaluación docente en la Ley de Carrera Pública Magisterial.