Hay que hacer algo por rescatar de inmediato a los estudiantes más aplicados que asisten a la debilitada escuela pública y privada, que colocan toda su inteligencia, autodisciplina y energía en sus estudios.

Suecia nos muestra un camino replicable en el Perú. Allá los mejores estudiantes de secundaria, desde los 14 años tienen la opción de estudiar en sus casas asistiendo a los colegios libres “Kunskapsskolan” solamente una vez a la semana para ser orientados por profesores especializados (The Independent, Free School, 1/12/2008)

Los profesores diseñan planes personalizados de estudios para cada estudiante, con metas semanales de logros que se verifican semanalmente en encuentros de 15 minutos en los que los retroalimentan fijando las metas para la semana siguiente y así sucesivamente durante todo el año.

Los estudios de la Agencia Nacional de Educación de Suecia muestran que quienes asisten a estos colegios libres rinden mejor que los demás, debido a la atención más personalizada y a que se logra captar a los alumnos más hábiles, capaces de estudiar por su cuenta, versus los más débiles, dependientes, menos disciplinados y estudiosos que siguen el régimen de la escuela pública tradicional.

El Perú podría crear en cada provincia un centro de atención de jóvenes aplicados que optaron por este modelo, colocando en Internet los videos de las clases del programa, desarrolladas por los mejores profesores de cada área, con quienes además pueden mantener una comunicación por email. Una vez cada mes les tomarían exámenes presenciales en esos centros y los alumnos que aprueben recibirían un diploma equivalente al del curso o grado de secundaria que estudiaron por este medio.

Así, al menos se daría una buena oportunidad de superarse a los jóvenes más talentosos que quieran sacarle provecho a esta modalidad y aprender mucho más que con los sistemas tradicionales.