En la columna pasada sugerí un “shock educativo” que zarandee los cimientos de la deteriorada educación peruana y ponga las bases para un sistema más funcional, eficiente y exitoso. Para precisar y complementar el tema, sugiero que el gobierno convoque a un concurso de propuestas innovadoras experimentales para la escuela pública cuya viabilidad sea evaluada por un panel de expertos, a manera de un SNIP educativo. El proyecto regional, municipal o escolar que se apruebe, por contener todos los elementos que permiten presumir que será viable (exceptuando el financiamiento que corresponde al estado), quedaría liberado de la normativa educacional vigente y se regiría por una normatividad especial que le daría amplios niveles de autonomía al municipio o la institución educativa.

Las propuestas deberían contestar al menos a 4 preguntas: 1) Cómo dinamizar la gestión escolar para que encare rápida y autónomamente sus retos y problemas. 2) Cómo darle un sentido productivo a la formación de los alumnos. 3) Cómo avanzar rápidamente en el mejoramiento de los docentes. 4) Con qué currículo, capacitación y materiales se garantizará un incremento notable en los indicadores de logro, especialmente en comprensión lectora y dominio aritmético de los alumnos.

Por ejemplo, podría haber una propuesta de municipalizar la educación inicial de 0 a 5 años de un distrito o provincia, asumiendo la conducción de todas las tareas multisectoriales que tienen que ver con la infancia, tomando todas las funciones de los ministerios involucrados, a cambio de una tarifa por alumno y compromiso de mejorar indicadores actuales.

Otro ejemplo podría ser la de desarrollar un currículo para la institución educativa, distrito o provincia, que se independice del currículo nacional y se comprometa a mejorar los indicadores de logro desde el primer año de aplicación.

También podría establecerse un sistema de gestión concesionada que también se haga cargo de la selección y evaluación del director y profesores de una institución educativa e igualmente garantice la obtención de mejores indicadores de desempeño de inmediato, desde el primer año de implementación.
Decir a cosas como estas “no se puede” equivale a decir “sigamos estancados en la cola”.