Un gobernante les dice a los maestros “Son ustedes una banda de incompetentes, corruptos, comechados, vagos y sinvergüenzas…”. Ante la reacción airada de los dolidos maestros, les dice “si alguno de ustedes se ha sentido ofendido por lo dicho, le pido disculpas”.

¿Es esa realmente una disculpa, en la que el autor del agravio reconoce su error y se rectifica? Más parece un fraseo políticamente correcto con el que les pide a los (tontos) ofendidos que no se ofendan, lo cual está muy lejos de ser una rectificación derivada de que el autor se diera cuenta de que no cree realmente en lo que dijo.

Me produjo esta asociación leer las declaraciones del congresista Amado Romero Rodríguez para quien la Comisión de Ética del Congreso pidió su suspensión de 120 días sin goce de haber por cobrar regalías a mineros informales de Madre de Dios e indicios de la presunta comisión de los delitos de aprovechamiento indebido del cargo, contaminación del ambiente y falsedad ideológica. La reacción del congresista fue decir “… si alguna persona piensa que mi actitud ha hecho daño, yo les pido disculpas”.

La pregunta ética y política es ¿una disculpa honesta y rectificadora engrandece o empequeñece? Lao-Tsé autor de Tao Te Ching decía “Una gran nación es como un gran hombre: cuando comete un error, se da cuenta. Al darse cuenta, lo admite. Habiéndolo admitido, lo corrige. Además, considera a quienes le señalan sus errores ó defectos como sus maestros más benevolentes”…

La disculpa tiene un valor terapéutico tanto para el ofensor, como para el ofendido y los testigos de los hechos. Permite descargar culpas, tensiones, deseos de venganza.

Buena parte de los conflictos sociales del Perú -incluyendo aquellos con los mineros- se abordarían mejor si para empezar las empresas o autoridades involucradas (incluyendo el famoso “agua sí, oro no” del candidato de la Gran Transformación Ollanta Humala) reconocieran explícitamente sus errores, estableciendo sus propósitos de enmienda. Humala no debe olvidar que la desgastadora mala relación del tema “Zaraí” con Alejandro Toledo, “La Cantuta y Barrios Altos” con Alberto Fujimori y “El Perro del Hortelano” con Alan García, puede repetirse con “La Gran Transformación” y Ollanta Humala