“Cómo ser superior: Lo que funciona en la educación” (The Economist del 18/10/2007) reseña el informe de la consultora McKinsey sobre sus hallazgos a partir del análisis de los resultados de las pruebas PISA. Recomienda hacer tres cosas: conseguir los mejores profesores, sacar lo mejor de los profesores y dedicarse de modo personalizado a todo niño que se vaya quedando rezagado. McKinsey sostiene que ningún cambio de política hasta ahora ha producido avances en lectura o aritmética en los últimos 50 años. Además, no hay mayor relación entre el aumento del presupuesto para la educación y el mejoramiento del desempeño de los alumnos. Encuentra que en cuanta prueba internacional se tome, son los mismos países los que aparecen en la cabeza (Finlandia, Japón, Singapur, Corea del Sur, Canadá). No es por más dinero ni por más tiempo escolar. La diferencia está en los maestros. Y es que el techo del maestro coloca el techo del alumno. Estudios en Tennessee y Dallas muestran que si se pone a alumnos de habilidad promedio en manos de profesores del 20% superior de su profesión, los alumnos terminarán en el 10% superior del alumnado, y si se los dan a profesores del 20% inferior, terminarán al fondo de la tabla. La calidad del profesor afecta el desempeño del alumno más que cualquier otra cosa. Otra clave importante es lo que hacen esos países cuando algo anda mal. En los países de vanguardia, ni bien se detecta que hay alumnos que empiezan a fallar, se interviene de inmediato. Finlandia tiene más profesores de educación especial que ningún otro país (1 por cada 7 alumnos). En un año dado, un tercio de los alumnos recibe al menos una clase remedial uno a uno. Singapur da clases extras a todos los alumnos del 20% inferior, a cargo de los profesores del mismo colegio, que se quedan para ayudarlos. McKinsey encuentra que los mejores sistemas educativos son los que atraen a la mejor gente para la carrera docente. Otra clave del éxito es la consejería de los maestros experimentados sobre los más novatos. En Singapur, los profesores más calificados monitorean por 100 horas al año a sus colegas en otros colegios. En Japón y Finlandia, grupos de profesores se visitan mutuamente una tarde a la semana para trabajar juntos en la planificación de las clases. En suma, tener los mejores profesores sigue siendo la ineludible clave del éxito.