En una entrevista que me hiciera la revista Caretas para la edición del 02 de octubre del 2008 en la que publican su segundo informe anual sobre universidades, tuve un interesante diálogo con el redactor que a continuación reproduzco en su versión completa, ya que creo que puede ser útil para todos nuestros lectores. ¿Cuáles son los problemas básicos de la educación universitaria en el Perú? No puedo generalizar porque hay universidades de todo tipo y calidad, pero sin duda se observa en muchas universidades tres enfermedades: 1) El escaso esfuerzo por la investigación, especialmente en ciencia y tecnología, que es lo que normalmente coloca a los países en la frontera del conocimiento en aquellos campos que priorizan para la investigación. 2). En lugar de estar en la vanguardia creando la agenda del debate sobre el desarrollo -sobre el cual pueden influir-, parecen estar en la retaguardia, analizando y documentando lo que ya pasó -en lo que ya no pueden influir-. 3) Mantienen un notorio aislamiento y mudez social. Las universidades trabajan para adentro, interactúan muy poco con el medio ambiente cultural, social y empresarial, y están ausentes en los debates y propuestas de los grandes temas nacionales. No se ven pronunciamientos de las universidades en temas como medio ambiente, transgénicos, pobreza e inequidad, legitimidad de la CVR, etc. Parecen tener anteojeras para ocuparse solamente de su actividad académica o formación profesional sin mirar alrededor. La mudez de las universidades se transforma luego en mudez de sus catedráticos ¿Qué experiencias internacionales tuvieron un problema similar y cómo lo resolvieron? En América Latina los golpes militares y regímenes totalitarios aplastaron la voz de las universidades e instalaron el paradigma «no hables, no opines, no te metas, cuida tu pellejo». Pocos se han recuperado de esa represión cultural y cívica. En el Perú eso sigue muy presente. En el primer mundo esto se resuelve de maneras muy sencillas: 1). Toda reforma educativa tiene que pasar por un acuerdo entre empresarios, estado y universidades. 2). El estado y el mundo de la empresa invierten en las universidades para producir investigaciones aplicadas y tecnología, para lo cual además hay incentivos tributarios. 3). Las universidades tienen revistas muy prestigiadas que publican las opiniones institucionales y de sus catedráticos. Organizan eventos académicos de notable interés periodístico donde todo el tiempo editorializan y además sus catedráticos se pronuncian sobre los problemas nacionales y la agenda del futuro. ¿Cuál es la solución inmediata, mediata y a largo plazo? Creo que pueden ayudar a dar este salto el uso de fondos estatales y privados concursables e incentivos tributarios para que las universidades investiguen los temas de la agenda nacional que están en las prioridades de los ministerios y de las empresas. Lo otro, lo de su indiferencia ética y mudez social, es un problema cultural más profundo. Las universidades deben hacer una seria autocrítica y buscar sus caminos recordando que son el último y privilegiado recinto en el que los intelectuales y expertos pueden aportar sus ideas al país. Ante ello, ¿Qué deben hacer hoy las universidades para mejorar su docencia y los universitarios para construirse un mejor futuro? Yo creo que el Perú necesita contar con un centro de altos estudios científicos que agrupe la elite de los investigadores peruanos, para que al juntarse y generar sinergias, contando con un fuerte financiamiento y empoderamiento científico por parte del estado en alianza con los empresarios, puedan empezar a producir teorías y patentes que aporten a la ciencia y tecnología mundial y a los emprendimientos peruanos. Su producción, por efecto de chorreo, elevará luego el nivel académico de las universidades peruanas. Así ocurre por ejemplo en Israel con el Instituto Weizman que tiene logros espectaculares a nivel mundial Ante el panorama descrito en sus respuestas, ¿Qué deben hacer hoy los universitarios para construirse un mejor futuro? Mientras las universidades peruanas se vayan revolucionando –o modernizando-, sugiero apostar por globalizar la formación del universitario. Creo que tiene mucha ventaja quien hace al menos un post grado en el primer mundo, especialmente Estados Unidos que es el líder del mundo, pero también puede ser en Australia, Nueva Zelanda, Japón o algún país europeo. Sus universidades lideran la investigación científica y los desarrollos tecnológicos en el mundo de sociedades democráticas afines a las latinoamericanas y tiene fuertes vínculo con el estado y el mundo empresarial. Se ven distintas las cosas desde el 1er mundo que desde el 3er mundo.