Web inversión en infancia Julio 2009
http://www.inversionenlainfancia.net/

 

El costarricense Oscar Arias invitó a sus colegas presidentes a revisar sus políticas sociales en la Cumbre de las Américas realizada en Trinidad y Tobago el 18/4/2009, para encontrar las respuestas a la enorme pobreza, exclusión e inequidad que caracteriza a nuestras naciones. Su discurso se tituló “Algo hicimos mal” y sus conceptos bien podrían calzar con la realidad peruana.

 

En este mundo en el que los gobiernos trabajan en el ping pong de los economistas que suelen creer que hay que ajustar presupuestos y ahorrar costos fiscales como sea, y los abogados que creen que basta dar leyes para transformar la realidad, los que pagan el pato son los infantes y niños pobres.

 

No hay ministerios de la infancia ni padrinos poderosos que hablen por ellos; no hay dinero para garantizarles una adecuada atención primaria, alimentación, nutrición, salud, educación y recreación. No hay visión para construir un país sensible a las necesidades de los niños, mucho menos de aquello que tienen alguna discapacidad o necesidad educativa especial. Con ello les niegan la opción a la equidad, igualdad de oportunidades, justicia social, felicidad y a romper el círculo vicioso de la pobreza intergeneracional que se transmite de padres a hijos.

 

A propósito de los administradores y economistas que piensan en términos económicos, les propongo un reto. Intenten calcular cuánto pierde el Perú, colero en las tablas de indicadores educativos mundiales, por no tener una infancia bien atendida y estimulada, una población infantil bien educada, y una importante intelectualidad científica tanto en los campos humanísticos como los científicos y tecnológicos al nivel de los países que lideran las tablas mundiales de buen desempeño educativo y económico, como por ejemplo Corea del Sur y Australia. Les ayudaré con unos datos.

 

El Perú tiene 28 millones de habitantes, un PBI per cápita de 4,800 dólares con un coeficiente de inequidad Gini de 0.52. El 3% del PBI va a educación y el 0.16% del PBI a Investigación, Ciencia y Tecnología. La composición de sus exportaciones en cuanto a productos primarios, manufacturas y de alta tecnología (2005) es 83%, 17%, 2.6%. En cambio Corea y Australia, respectivamente, tienen 48 y 22 millones de habitantes, un PBI per cápita de 22,000 y 34,000 dólares anuales. El 4.7% y 4.6% del PBI va para educación y otro 3.22% y 2.45% para I, C y T. El coeficiente de Gini de ambos es 0.32. Sus exportaciones primarias, manufacturas y alta tecnología (2005) son 9%, 91%, 32% y 65%, 25%, 13% respectivamente.

 

Una simple lectura comparativa, sin pretensión de gran rigor académico, nos dará la respuesta: el ingreso per cápita de los países líderes en educación con fuerte inversión en infancia, investigación, ciencia y tecnología que logran exportaciones con alto valor agregado es entre 5 y 7 veces más grande que el peruano, que tiene casi el doble de nivel de desigualdad, por no invertir suficiente en infancia, educación, investigación, ciencia y tecnología.
Un PBI bajo restringe los ingresos fiscales generados mayoritariamente por exportaciones de materias primas sin valor agregado y bajo costo relativo frente a los productos terminados.

 

Pero esta estructura que confía en que los ingresos fiscales dependerán de las exportaciones de materias primas trae aparejada tres problemas: 1) los ricos se harán más ricos; los pobres más pobres 2) será imposible revertir esa estructura sin una fuerte intervención del estado. 3) el descontento creciente se expresará con violencia creciente.

 

La única forma para reducir la pobreza, aumentar la productividad de la población peruana y la competitividad del país consiste en contar con una infancia sana y estimulada, y una generación joven bien educada. Eso no va a ocurrir por sí solo. Esa es la responsabilidad del estado.

 

¿Cuál es la responsabilidad de los ciudadanos? Elegir bien a sus autoridades municipales, regionales, nacionales y congresales.

 

¿Cómo saber quién es un buen candidato para esas funciones? Muy sencillo. Aquél que en su trayectoria personal evidencia un compromiso con la infancia y juventud. Es muy difícil que quien ama a los niños permita que se roben sus raciones alimenticias, haya aulas sin maestros, falten medicinas en los hospitales o permita que queden excluidos los más débiles.

 

Corrijamos en el futuro lo que hicimos mal hasta ahora.

 

VIDEO Entrevista completa a Patricia Ames y León Trahtemberg en el programa Diálogo Abierto de Salgalu TV sobre los retos de los alcaldes en materia de infancia, educación y violencia https://www.youtube.com/watch?v=xhU_2dr-UoQ